Su Señor

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
11126 visitas

Marcar como relato favorito

Para cuando la noche había caído, ella ya estaba destrozada por el cansancio, ese que trataba de juntar hora tras hora para poder conciliar el sueño sin la necesidad de ningún somnífero que la dejaban embotada, para poder soñar con su Señor.

Su señor que aparecía lentamente por la puerta de su dormitorio ,la cual dejaba entre abierta a propósito para que  se escurriera no solo por su mente sino por su sangre sin la necesaria retahíla del tener que relatar los sin sabores del fatigoso día de trabajo .

Él era el encargado de preparar las velas para el baño que llenaban la atmosfera de una sutil fragancia a rosas recién cortadas, mientras que del grifo de la ducha el vapor envolvía sutilmente el ambiente, luego el la llevaba de la mano hasta el borde del precipicio que formaba su bañera para sacarle lentamente su camisón de algodón.

Con manos precisas tomaba el gel de baño y haciendo espuma entre ellas comenzaba la minuciosa tarea de enjabonarla, sin prisas, deteniéndose en cada punto exacto en donde él sabía que encendía una hoguera, la parte central de sus omoplatos, la leve depresión que se forma debajo de sus senos, él largo valle que se extiende por su ombligo hasta llegar a su pubis.

Sus manos se deslizaban con absoluta maestría por la parte trasera de sus muslos hasta llegar a la cara posterior de sus rodillas en un juego ascendente y descendente a lo largo de toda su pierna primero la una luego la otra.

A medida que la tarea avanzaba el aire se cargaba con ese aroma almizclado que solo pueden crear dos cuerpos que están en la misma sintonía del apareamiento cuando tratan el uno dejar su huella en el otro a forma de  marca indeleble para que todo el mundo sepa que es ser es suyo.

Cuando los astros estallaban entre si en el frenesí de la explosión de sus orgasmos y los jadeos se aplacaban llegaba la hora de la despedida con la promesa de la próxima noche de la próxima aventura.

El volvía a su mundo en el cual lo esperaba el ocaso y ella despertaba para enfrentar la vida.

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed