Llegó el día

Y llega el día tan esperado, el dia en el que cedes a taparte los ojos y dejarte llevar al sitio que llevo tiempo hablando, no hay nombres, no hay ubicaciones, tan solo te digo que es el lugar mas magico en el que he estado y tu cedes, teniendo muy presentes tus que haceres que te atrapan como redes al día a día y a la brisa de un aire, colocado sobre la puerta de tu cuarto.

A las ocho y media de la tarde dijimos, y por culpa de distracciones, ambos llegamos 10 minutos tardes, subes a mi viejo camaro del 69 y ponemos rumbo a aquel magico lugar, manteniendo una conversación mientras no ves nada. No sabes que te observo a traves de mi retrovisor, que me gusta ver los gestos que haces con la cara mientras hablas, sin hablar del pequeño hueco que hay en tu sonrisa, del pequeño espacío que hay entre un asiento y otro... 

Mientras freno, aproximandome a la salida de la autopista, me preguntas que si ya hemos llegado, y te respondo con un: ya queda poco. Paramos, y te abro la puerta, caminamos hasta el sitio clave, donde todo se ve, te quito la venda y ves algo tan maravilloso para mi, y simple para ti, que te quedas sin palabras y te entra la risa.

Entonamos una conversacion, sentados en aquellos escalones, mientras el aire frio acariciaba nuestras pieles a pelo, por que no llevamos abrigos. El segundero avanzaba, y a su vez el minutero cada 60 segundos. 

Llego el momento menos esperado del dia, el momento de marchar, nos fuimos y todo quedo en anhelo al dia siguiente... cuando desperte y vi, que todo esto lo habia soñado. Continue mi día a día esperando el momento para sacarlo, pero en vez de eso, le puse un candado y lo tire al fondo del mar.