En los tiempos en que no encontramos cura
Cuando se perdió la fe y la compostura.
Esas copas necesarias cuando somos temporales.
La anestesia nos impide enamorarnos de detalles.
No soportes ni te quedes, no me quieras ni me salves.
Estoy solo como tantos que se queman con el aire.
Se presentan las princesas y también buenas mujeres.
Quiero más a las que sufren, las que muy por dentro mueren.
Esas víctimas de un cuento, las que lloran entre risas.
Son las reinas de mi tiempo con sus dulces agonías.
Los momentos entre gritos de la gente que me quiere.
Una crisis, un mal vicio, dos complejos, no me esperen.
Jueves drástico, me ahoga. Ando solo como siempre.
Van pasando sin mirarme, grito para que volteen.
Tienen todo entre sus manos, todo el mundo en su mirada.
Veo ciegos en manadas, y los tuertos somos reyes.
Soy el sapo al que besan, pero nunca cambia nada.
Esas fábulas de niñas, esa idea tan errada.
Llevo poca ropa encima, la princesa está en mi cama.
Le juré un amor eterno, que venció por la mañana.
No seas necia mi princesa, no me regales tu vida.
Unas copas de cerveza, tal vez algunas sonrisas.
Soy un simple ser humano, pecador intermitente.
Aquí me tienes ahora, mañana no me esperes.
Vienes y me lo das todo, no me entregues nada.
La manera en que me miras cuando quedo sin palabras.
Sin excusas no hay perdones, solo quedan las verdades.
Ya no quieres que te mienta, es probable que te falle.
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