Mariposa

La noche, en la noche esta el miedo, la falta de luz incontrolable es lo que perturba, se nos escapa de nuestro domía. En la noche puedes sentirte muy indefenso, todos los miedos son posibles, la imaginaciòn te puede hacer ver cualquier cosa. Pero hay quien vive en la noche y duerme en el día, lo contrario que la humanidad. Muchos animales hacen su vida en la noche pero alguna que otra persona tambíen.

Borja vivía así, trabajaba en el turno de noche en una empresa de piezas, sín compañeros y por el día dormido. Había cambiado su ritmo vital con lo que eso conlleva, lo había domesticado. Pero eso tiene unas consecuencias. No tenía amigos, no se relacionaba con nadie, salvo su madre, con la que vivía, comía demasiado, envejecía más rapido, apenas salía más que para trabajar. Últimamente, habían incrementado su horario, no se daba cuenta pero su cuerpo le decía"basta"y el más luchaba contra él. Empezaba a tener pesadillas, ansiedad, depresión...Todo iva en crechendo. Hasta que un día no sabía donde estaba mientras trabajaba, se le escapaba la memoria a medida que salía de la empresa, se le iva los recuerdos de su coche, de su casa, de su madre. Salió de la empresa a la noche de la calle y buscó un hogar para dormir. Despertó en un colchòn abandonado en la calle, había dormido unas cuantas horas, seguía sin acordarse de nada. La gente le dejaba dinero al pensar que era bagabundo. Con el dinero cogió un bús y se fué a  un pueblo más lejano donde nádie le conocía ni siquiera él mismo. Pidiò ayuda en la iglesia, fué a parar a centro de reinserción donde vivió de día y durmió de noche. Cada día que pasaba rejuvenecía, curaba, transformaba su cuerpo y mente, sufrió una metamorfosis, pero sín memória. Su  cerebro había encontrado una forma de librarse de una muerte cercana, mutando. Al buscar trabajo, le buscaron nombre nuevo porque ningún desaparecido correspondía con su descripción. Se hizo una vida nueva y plena sín saber que no muy lejos su madre y su gefe buscaban a Borja para su antigua vida. Pero estos aunque se le cruzaran por la calle serían incapaces de reconocer al nuevo Borja.