Verte me hace tanto bien. Aún en la distancia, saberte mío me sienta tan bonito en el alma.
Con esa sonrisa torpe qué sólo es para mí, con esos simples ojitos cafés que tanto me gusta ver.
Me gusta quedarme con cada abrazo porque siento que me llevo toda tu esencia, toda la ternura con la que me envuelves entre tus brazos; me pesa el alma de la forma más bonita cuando tus labios están sobre los míos, como si fuera a desvanecerme y tuviera la seguridad de que serán tus brazos los que van a sostenerme.
Parece mentira que influyas tanto en mí. Basta una mirada para ablandarme, una sonrisa para hipnotizarme, un abrazo para debilitarme… un beso para matarme.
Me has devuelto las ganas de amar, me has llenado de nuevas ilusiones y sentimientos que no creí volver a experimentar. No se me ocurre otra forma de agradecerlo que no sea amándote con la misma intensidad, dándote todo lo que tengo…
Quédate conmigo, corazón mío.
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