Denunciar relato
Me intimida la razón, me domina la conciencia y me invade la culpa. Llevo cabizbajo más de un lustro y el sereno sigue pareciéndome la respuesta. No me consulten, no me interroguen, no tengo el oficio que se requiere ni mucho menos la experiencia; tengo, en cambio, muchas ganas de evadirlo, de ignorarlo y pasar a la siguiente página. Pero el libro no se acaba ahí, la historia continúa y cada hoja lo complica todo a su manera. Hoy estoy aquí, en forma de silueta, evitando contagiarme de la luz del sol. No me llamen huraño, ni tampoco por teléfono.
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