Donde esta el Dormitorio
Por El Filosofo
Enviado el 12/06/2017, clasificado en Adultos / eróticos
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Esta historia empieza a mis 21 años, recién ingresado en una nueva universidad, sin el más mínimo concepto de la cultura, el estudiantado ni de lo que me esperaba. Siempre, desde mi crianza, he sido de mente liberal y de acciones más liberales todavía. Los problemas de mi tiempo parecían elementales en mi opinión, pues para mí todo se resolvía con una aceptación de las libertades y los derechos de los demás. Pero no solo en los problemas sociales soy liberal, en el ámbito sexual también me considero avanzado a mi tiempo si usted querido lector me entiende.
Con determinación hice camino a donde se supone que me atendieran para otorgarme la localización de mi hospedaje. Dialogue a la bien dotada recepcionista que, similarmente, me observaba con deseo escondido pero existente. El viaje hasta Estados Unidos había tomado mucho tiempo y me había causado mucho deseo. Ella me dio la dirección de mi hospedaje y, sutilmente le dije que si me podía enseñar personalmente donde se encontraba dicho lugar. Me llevo rápidamente, durante el viaje pude observar más sobre sus “cualidades”. Su trasero no era uno extraordinario pero sus senos eran increíbles. Se notaban a través de la ropa lo grande y pesados que eran. Estaba muy emocionado por esta conquista que se me presentaba. Al llegar al dormitorio, ella abrió la puerta y mientras pasaba, se fijó en la erección que tenia de imaginar sobre su cuerpo. Al notar la indecencia de su mirada, decidí, en una mezcla de deseo hacia la mujer y curiosidad para probar la intensidad de las mujeres en esta nueva tierra, aprovechar. “Tu dime si deseas ver mas querida” le dije, ella se sonrojo de manera instantánea “Perdón” fue lo único que pudo articular. Entiendo que era una mujer de alrededor de 32 años. “Pero si no deseabas que mirara, debiste haber controlado esa pieza que tienes ahí” con carácter dijo. “Tienes toda la razón” dije “excepto por una cosa, quien dijo que no quería que mirara”. Esto fue un detonante para ella, que rápidamente se lanzo hacia mí y me dio un agudo y profundo beso. Rápidamente la lleve a la cama nueva y me fui desnudando lentamente, pues estoy bastante esculpido y se que a las mujeres les encanta cuando los hombres hacemos eso. Puse mis manos en esos voluptuosos senos que tanto causaban en mi cuerpo y le subi la camisa. Sus pezones eran grandes, perfectos para chupar y lamer hasta que no pueda gemir más.
Ella inmediatamente comenzó a rogarme que la dejara descender a mi templo, pero algo que deben saber de mi es que mi propósito al tener sexo es satisfacer a la mujer a cualquier costo. De hecho he practicado tanto este que se lo que las mujeres quieren antes que ellas. Por esto le dije que no. Decidí dirigirme a su vagina. Bajándole la ropa interior que tenía me encontré con una sorpresa. Tenía un vibrador puesto en su culo que ella estuvo utilizando todo el día. Al ver esto le me excite más todavía y comencé a comerle la concha mientras el vibrador trabajaba en su culo maravilloso. Los gemidos que salían de ella eran constantes pero callados. Yo debía cambiar eso. Después de ayudarla a llegar a su primer orgasmo, la complací en su deseo. Me baje el pantalón para revelar mi miembro. Ella se sorprendió al ver 30 centímetros de carne apuntándole. ¿Nunca había visto a un puertorriqueño? Mi deseo de satisfacerla creció a una proporción incontrolable e inserte mi falo en su vagina afeitada. Sus tetas saltaban a cada embestida que daba con profundidad. Sentía mi bicho chocar con sus órganos internos y su reacción era una de dolor mezclada con placer que le traía una experiencia completamente nueva. Para facilitarle la situación, me gire un poco para chocar con su pared vaginal en vez y a la misma vez puse mi mano en su clítoris y comencé a tocarla (Este movimiento lo van a ver mucho y por el beneficio de no gastar tiempo innecesario le llamare: “La escarlata”) esta combinación fue demasiado para ella y exploto en un orgasmo que incluyo un chorro de líquido saliendo de su caverna. Yo no había terminado mi tarea y la levanté, saqué el aparato e su ano para iniciar insertándolo manualmente al ritmo de mis embestidas. Le levante una pierna y duplique mi intensidad. A la misma vez le imponía su aparato en el ano y ella no podía dejar de gritar. Entre sus dialogo decía no pares y “métemelo más” e incluso dijo Te amo cuando se corrió por tercera vez . Ya habiendo acabado mi misión decidí descargarme y continúa embistiéndola hasta más no poder. Su vagina estaba explotando y se sentía muy caliente en mi pene. Termine dentro de ella por lo cual ella me agradeció, Se me volvió a parar a la vista de sus increíbles tetas pero ella me complació a mí al utilizarlas para hacerme acabar de nuevo en su cara y senos. Fue un gran comienzo al año escolar.
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