-Sentado frente a mi - de nuevo lo vuelo a ver, este chico tímido, pero que mirandolo bien, con sus amigos ah de reír a carcajadas, pues en sus labios se disimula una sonrisa. Nuestro primer encuentro fue de lo más inusual, peleando por un asiento en el autobús, que vergüenza y que risa al pensar en ello.
Qué pensara el -ah nuestras miradas se han cruzado- los nervios me invaden y siento un creciente ardor en mis mejillas, no puedo contener una sonrisa, ¿pensara que estoy loca?, ¿aun me recoradara? - sus mejillas se volvieron rojas-, mi corazón no puede calmarse y está sonrisa no la puedo esconder más.
Me gustas niño de ojos café oscuro y sonrisa escondida. Por favor agacha de nuevo tu rostro, no soportaría que nuestras miradas se volvieran a encontra, pues no podré esconder mi sonrisa de nuevo y el calor de mis mejillas.
¿Te volvere a ver? Eso espero.
Pero que tristeza, que solo puedo verte, cuando nos encontramos cada tarde en el autobus.
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