De hoy no pasa

"De hoy no pasa" pensaba mientras se pintaba los labios de carmín rojo frente al espejo del cuarto de baño "Hoy hablo con él"

Doce años de matrimonio habían bastado para darse cuenta de que algo no iba bien, que la chispa se había apagado como una hoguera bajo la lluvia.

Mientras subía a su coche, sintió un escalofrío a pesar de estar a mediados de agosto "¿Él también se habrá dado cuenta?" Si era así, no lo demostraba. Aquella misma noche le había sentido acercarse, la había buscado para hacer el amor apretando su pecho contra su espalda mientras sus manos expertas recorrían las curvas de sus caderas. Ella se había girado y le había apartado con un breve beso <Estoy con el periodo> le había mentido. Él había soltado un gruñido de desprovación, se había dado media vuelta y a los cinco minutos le había escuchado roncar, ella sin embargo, no había pegado ojo

¿Cuántas noches más podré aguantar? se preguntó mientras aparcaba el coche en el parking del edificio de oficinas. No es que le diera asco, pero el tacto de su piel ya no le producía la electricidad de antes, cuando un simple roce bastaba para hacer el amor apasionadamente. "Muchas parejas se separan" intentó convencerse mientras esquivaba la mirada lasciva del botones a su escote en el ascensor.

"Seguro que lo sabe, pero no se atreve a hablar conmigo. Supongo que todavía me quiere. Yo, por mi parte .... no sé, me encuentro vacía" reflexionaba mientras intentaba poner en orden los archivos del ordenador.

"Todavía soy joven, puedo rehacer mi vida. Al final le tendré que dar gracias a Dios por no haber tenido hijos, así es mucho mej..." Un bocinazo le sacó del trance y soltó un grito de sorpresa. El semáforo había cambiado a verde y no se había dado cuenta. El coche de atrás sí.

"Durante la cena será el mejor momento" discurría mientras se duchaba y se embutía en un pequeño camisón veraniego.

El despertador sonó a las seis en punto. Lo apagó con una mano vacilante y se dirigió a la cocina. Regresó a la habitación y se vistió mientras el aroma a café recien hecho flotaba en la habitación como una bruma temprana. Entró en el cuarto de baño mirando su colección de pintalabios intentando decidir cual era el que mejor iba con lo que llevaba puesto; se decidió por un rosa suave. Mientras se miraba en el espejo, se vio una arruga en las comisuras de los ojos "Me estoy haciendo mayor" pensó con cierta tristeza. Deslizó el carmín por sus labios que adquirieron un tono rosado casi al instante. Entonces paró, como si se hubiera acordado de algo importante, miró a los ojos de su reflejo y pensó "De hoy no pasa, hoy hablo con él"