Sí envejecí, me deje convencer por el tiempo que todo lo añeja y degrada; casi resignado descanso en mis años, como en cada día que pasa y prolonga mi estancia.
Sí envejecí, cargando dolores que mi cuerpo vagamente soporta y aguanta; recordando otros tiempos, en donde reía de la suerte inevitable y drástica al reclamo de mis huesos impávidos a mi reciente convencimiento.
Prematuramente se me ocurrió envejecer y no veo las cosas diferentes a cuando era algo más joven, sí también envejecí; ¿porque no tengo esos pensamientos que tenía mi abuelo? ¿porque no me dejó un bigote arremangado?
Quiero envejecer, pero no cambiar mi modo de pensar— de actuar; ni decir la típica frase cliché sobre mejores tiempos... Solo envejecer sin permiso, envejecer sin prejuicios; perfeccionar el arte de envejecer, sin miedo a ser viejo.
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