La Monitora, parte 4
Por MARTITA
Enviado el 28/06/2017, clasificado en Adultos / eróticos
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Se acercó a Alex, mirándole a los ojos, con calma, sin prisa, veía como él no le quitaba los ojos de encima, sentía fascinación al saberse observada.
Alex no podía apartar los ojos de aquella mujer, Bea su querida amiga, estaba desnuda frente a él, se acercaba despacio y eso le excitaba……
Su polla seguía erecta a pesar del chapuzón y de las frías aguas del río, la excitación era más poderosa, nunca habría imaginado que esa excursión campestre se convertiría en una tarde inolvidable.
Bea era preciosa, su cuerpo desnudo era como el que Alex veía en las revistas eróticas que solía leer. No tenía ni un gramo de grasa, tenía un cuerpo escultural, bien formado, se le notaba la carne de gallina debido al frío, los pezones…... duros como piedras, sus caderas…... perfectas,su culo……. impresionante, su sexo…...tentador
Bea llegó a la altura de Alex, lentamente le cogió por la barbilla, se acercó aun más y le besó, fue un beso tierno, largo, dulce, jugó con su lengua y disfrutó como una colegiala. Con la otra mano agarró su pene con suavidad y pudo sentir las palpitaciones de semejante miembro, Alex estaba excitado, la dureza de su polla lo delataba y eso hizo enloquecer a Bea.
Comenzó a masturbarle lentamente, subía y bajaba el prepucio con suavidad. El hecho de estar mojado facilitaba la operación. Bea deseaba aquella polla, deseaba ser follada por aquel miembro pero antes quería jugar un poco con Alex.
Alex no daba crédito, Bea le cogió la cara y le plantó un morreo en toda regla, le metió la lengua hasta la campanilla y sintió como jugaba con la suya, fue un beso tierno, apasionado, que hizo sentir a Alex mas deseo si cabe.
Notó como Bea le cogía el miembro y como comenzaba a masturbarle, bajaba todo el prepucio y acto seguido volvía a subirlo, todo lentamente, con delicadeza. Alex fue consciente que de seguir así, se correría en breve, ya que, tal era el grado de excitación que en su cabeza solo podía vislumbrar una tremenda corrida de semen.
Alex levantó la mano, llevó su dedo corazón a la boca de Bea e hizo que esta abriera la boca para chupárselo, acto seguido, bajó su mano, buscó su sexo y con delicadeza se lo introdujo en su vagina. Bea gimió de inmediato, estaba excitada y al notar el dedo de Alex dentro de ella, no pudo evitar reprimir un gemido de placer. Comenzó a introducir su dedo y a sacarlo a continuación, Bea estaba excitada, los dedos mojados por sus flujos no dejaban duda de que así era. Alex viendo lo mojada que estaba y la cara que ponía al ser penetrada por su dedo, decidió introducirle otro dedo, ahora eran dos, con los que masturbaba a Bea. Poco a poco fue incrementando el ritmo, hasta que los gemidos de Bea eran más que evidentes. Sacó sus dedos del sexo de Bea y ante la mirada atónita de ella se los metió en la boca. Alex degustaba los flujos de Bea con verdadera ansia, le encantaba saborear los flujos vaginales.
Bea miraba con deseo como Alex se metía los dedos en la boca después de haberla masturbado. Guió la mano de Alex hacia su sexo y acercando su boca al oído le dijo:
- sigue Alex, ahhh me encanta como lo hacessss.
Cuando Alex llevaba ya un rato masturbando a Bea, ésta sacó los dedos de su coño y se llevó la mano de Alex a su boca, ahora fue ella la que chupaba aquellos dedos con lujuria y acto seguido volvió a meter los dedos de Alex entre su sexo.
Alex no la dio tregua y tras un metesaca intenso, Bea comenzó a correrse de gusto, sus piernas flaqueaban y un escalofrío recorrió,su ya arqueada espalda. Bea comenzó a chillar, el placer que sentía era inmenso, su coño estaba empapado y chorros y más chorros de flujo salieron de él.
- Ahhhhhhh, me corrrrooooooo aaaahhhhhhhhhh, que gustooooooo.
- No paressssss,si,si,siiiiiiiii ahhhhhhhhh.
Bea se recuperó de semejante corrida y decidió salir del agua, había visto una zona cubierta de hierba junto a la orilla, era el sitio ideal……
Cogió de la mano a Alex y juntos salieron del agua, llevó a su amigo hasta la hierba y le hizo tumbarse en ella. Se agachó y tras cogerle la polla con la mano, se la llevó a la boca. Ese sabor le encantaba, tenía la polla dura y erecta, no cabía en su boca pero a ella le daba igual, sabía perfectamente como volver loco a un hombre.
Bea lamía todo su tronco, bajaba su prepucio dejando el glande al aire y ahí es donde concentraba toda su lamida. Sabía que era la zona más vulnerable y la que más placer proporcionaba a Alex. Pasaba la lengua con maestría, haciendo estremecer a su amigo.
Alex gemía una y otra vez, estaba en un sueño…...intentaba asimilar lo ocurrido, su mejor amiga, esa con la que tantas veces había soñado, le estaba chupando la polla como una autentica profesional, le estaba matando de gusto…..
- Aaaaahhhhhh, Bea, que bien lo hacesssss, dioooosssssss
Bea chupaba con sus labios el glande de Alex, alternaba la lengua con los labios, unas veces lamía y otras se introducía el pene en la boca, sabía que su amigo no aguantaría mucho, notaba como su polla se hinchaba y palpitaba por el placer que estaba recibiendo.
Bea quería disfrutar por más tiempo, así que, dejó descansar a Alex. Se tumbó en la hierba a su lado, abrió las piernas, llevó sus dedos a su sexo, separó sus labios vaginales e invitó a su amigo:
- Venga Alex, enséñame que puedes hacer con esa lengua….. dijo.
Alex lo estaba deseando, daba las gracias en su interior porque Bea hubiera parado...se la estaba chupando tan bien, que no hubiera aguantado mucho tiempo antes de correrse. Ahora tenía la oportunidad de demostrar lo bien que se le daba el sexo oral, era una de las cosas que más le gustaba del sexo, dar placer a una mujer con su lengua, le encantaba ver como se corrían de gusto, sobre todo si lo hacían en su boca……
Vio a Bea allí tumbada invitándole al pecado y no se resistió, se tumbó a su lado, comenzó a pasar su lengua por los pechos, saboreando cada poro de su piel, centró sus lamidas en esos pequeños pezones, chupándoles con delicadeza y de vez en cuando dándoles unos pequeños mordiscos con los labios.
Bea disfrutaba con los cuidados de Alex, sentía como sus labios saboreaban sus pechos y eso le excitaba, lo hacía despacio, sin prisas, con cuidado, tal y como le gustaba, nada de manosear ni estrujar, Alex la trataba muy bien.
Alex fue bajando hasta llegar a su sexo, daba pequeños besos y caricias a la zona del pubis, Bea se estremecía con cada uno de ellos. Separó con cuidado sus labios y con toda su lengua dio un lametazo que hizo temblar a Bea, ésta no se hizo esperar y gimió de placer:
- aaaaahhhhhhhh, uuufffff que gozadaaaa…. Alex……
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