Imprevisto

-Que te digo que no miento, aunque no me creas, no miento. Los vi con estos ojos y creo que, hasta ahora, no he carecido de vista ni de sentido común. Primero quisieron atraerme hacia ellos con desconfianza, con curiosidad. Después supieron que yo no era el apropiado para lo que ellos querían. Sabían que yo era distinto a los demás y por eso no me eligieron. Te aseguro que son amigos. ¿Sigues sin creerlo? Oye, todo lo que te digo no es fruto de mi imaginación. Vi seres de otros mundos. No tengo más remedio que…

-Vale, señor Rupérez, podemos dar por finalizada la prueba. Le llamaremos si llegamos a contar con usted. Un consejo: la próxima vez dé más énfasis a las primeras líneas del guión; en el fondo, usted es un buen actor.