¡ HAY QUE SER BURGUÉS!
Por franciscomiralles
Enviado el 19/07/2017, clasificado en Reflexiones
1134 visitas
Hace unos cuántos años que la finca rural que mi familia paterna tenía en Lérida colindaba con
otra no menos grande cuyo propietario había sido siempre un campesino de aquel lugar. No
obstante éste era también un hombre de amplias aspiraciones. Valiéndose de sus propios
recursos; con iniciativa y tesón se afanó en invertir parte de su capital en la mejor maquinaria, y
en los más eficaces fertilizantes en aras de un óptimo rendimiento de la tierra hasta el punto que
se convirtió en un paradigma para los demás propietarios rurales de aquel entorno; como
asimismo llegó a escribir diversos artículos sobre agricultura en los periódicos de su ciudad.
Como a su vez estaba casado y tenía dos hijas instó a estas a emprender estudios superiores. De
manera que una fue farmacéutica, mientras que su hermana se dedicó a la docencia.
Entonces el pálpìto de este campesino de superarse a sí mismo; de ir más allá de una tosca
mentalidad habitual me ha llevado a pensar que si bien es normal que una persona recuerde sus
humildes raíces, y que incluso las tenga en cuenta para que no se le suban los humos a la cabeza,
no es conveniente que se aferre obstinadamente a ellas porque pueden ser como un tapón que
no le deje evolucionar, ya que de dicha postura se puede desprender una concepción simplista
de la vida que esté animada por inconsistentes mitos, falsos prejuicios, y una ciega fobia al
cambio, a la sutileza personal; y que a dicha simplicidad se la confunde con la noble franqueza,
con la sencilles en el trato. Es precisamente de esta cerrada actitud popular de la que han
surgido los "nuevos ricos", a los que en otros tiempos del pasado la gente de abolengo solían
despreciar.
Sé que en la mente de una gran parte de la sociedad pervive la mala fama del caricaturesco
estereotipo del señor burgués que oprime al pobre trabajdor, y se sublima enfáticamente el
concepto "orgullo de clase obrera" lo cual a mi juicio esto es un error, porque hace que uno se
acomode en sus propios límites.
Este negativo estereotipo del burgés viene del siglo XlX en plena era industrial con el movimiento
marxista. Y ciertamente los patronos industriales de aquella época que tenían resabios feudales
explotaban al trabajador; existía una horrorosa injusticia social. Claro que en una fábrica cuando
un obrero ascendía a capataz podía mostrarse tanto o más tirano que su jefe. Esto nos lleva
a considerar que por encima de cualquier clase social debe de existir una ética humana que se
enseñe desde la infancia basada en la solidaridad.
Lo cierto es que el Comunismo originariamente fue un movimiento burgués, ya que nació en las
ciudades, y que utilizó a las bases obreras para salir adelante.
Sucedió que en el siglo XVlll un pensador alemán idealista llamado Hengel dijo que el Espíritu
Humano en general era contradictorio, y giraba en torno a la relación certeza-verdad. Este
recorrido de la conciencia humana empezaba de un modo muy simple en la Historia pero que
llegaría un día en que esta conciencia llegaría a un "Saber Absoluto".
Posteriormente a Karl Marx que no le convencía aquella teoría puesto que le parecía que el señor
que la había expuesto vivía en las nubes, sí en cambio que le gustó la idea del hombre-genérico,
gregario, por lo que profetizó un paraíso idílico proletario que gestionase a la empresa. A ello
contribuyó su amigo periodista llamado Engels quien era hijo de un fabricante el cual se había
enfadado con su padre y para llevarle la contraria se hizo revolucionario. Al final todo es una lucha
por el poder, y no hay familiares que valgan.
Sin embargo, esta idealización del mundo obrero con el tiempo cambiaría drásticamente porque
quienes terminaron por gestionar a las empresas fueron unos oscuros funcionarios adictos al
régimen comunista que eran tan puritanos e intolerantes como cualquier Torquemada.
Por supuesto que yo no justifico al desaprensivo y egoísta capitalista que mira por encima del
hombro al campesino, o al obrero industrial. Pero sí que tenga la convicción que deberíamos de
desprendernos de una falsa rusticidad anímica para adquirir cierto grado de sutileza; de agudizar
más nuestra sensibilidad y aprender a elegir mejor lo que la vida nos depara, dentro de nuestras
posibilidades. Por ejemplo una buena prelícula, un libro interesante, una música...
¿Que cada uno es como es? Si tan fuera sí no iríamos a la Escuela. ¿Que se puede caer en el
snobismo? ¿Que el snob es una figura ridícula que sólo,vive de apariencias?
Es verdad. Pero el sujeto snob un día irá a un sitio a escuchar un concierto de Mozart y
efectivamente se aburrirá. Pero en la medida que siga escuchando esta pieza musical, su oído
poco a poco se irá educando porque nadie nace sabiendo, y puede acabar apreciando la riqueza
espiritual de la misma.
Y aunque el Lenguaje, el Arte, y la Poesía surgen del pueblo, es la burguesía la que se encarga
de preservar, y de cuidar cada una de estas manifestaciones, o expresiones.
Así pues que debemos de abrir la ventana de nuesta evolución personal, porque el aferrarnos a un
modelo de vida montaraz y populista no tan solo caemos en la tiranía de las masas, sino que
también acabamos viviendo como los topos en todos los sentidos.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales