Muy pronto vino, la pequeña hoy. Se fijó enseguida de que llevaba un vestido nuevo. Me lo compró mi hija M……… El vestido era fresquito y cuando salimos a la calle, le dije a mi pequeña que tenía frio. Me tapó con la toalla de la playa que llevaba en su mochila, y a pasear………. Me quedé dormida. Ella trataba de que yo hablara. No podía. Le dije que estaba cansada y que tenía ganas de dormir. Ella, pacientemente, me cogía de la mano, me acariciaba mi mejilla y me daba besos en mi frente. No tenía fuerzas ni siquiera para darle un beso a ella……. En un momento dado, abrí los ojos y me fijé que le salían unas pequeñas gotas de agua de sus ojos. Cerré los míos. No nos dijimos nada. Seguí dormida. No sé cuánto tiempo me queda, pero sí sé, que estos pequeños paseos con mi hija me dan alientos de vida.
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