Matías, Claudia y el Tantra Sexual, parte I

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Últimamente Matías se encuentra como ausente, abstraído, quizás con algún pensamiento profundo que lo mantiene ensimismado. Una preocupación le ronda la cabeza, lleva casado con su Claudia quince años, quererse se quieren, pero es un cariño que nace de la costumbre, del miedo a la soledad, más que el amor, lo que los mantiene juntos es la rutina, se tienen un respeto absoluto, pero sin complicidades, han desaparecido las caricias furtivas, el beso alegre y espontáneo, los “te quiero” apasionados. Pero mentiríamos si dijésemos que el matrimonio es infeliz, llevan una vida casi satisfactoria, pero Matías siente que está incompleta.

Necesita darle un giro a su matrimonio, que Claudia vuelva a sentir ilusión, quizás hacer como el de la canción “Un ramito de Violetas” de Cecilia, eso -pensaba Matías- es de otros tiempos. El caso es que leyendo una entrevista que le hicieron a Sting, el cantante contaba el cambio que le dio a su vida el practicar sexo tántrico, y Matías tuvo la audaz idea de intentar la experiencia con su mujer.

Empezó a informarme sobre el tema y le recomendaron un “taller” de Sexualidad Tántrica. A decir verdad tenía algunas dudas ya que en muchas ocasiones estos lugares no son más que unos vulgares lupanares donde hacen seudo masajes con “final feliz” y como se comprenderá no iba a presentarse en un lugar así con su Claudia.

La llamada que realizo a dicho “taller” le tranquilizo enormemente, a la otra parte de la línea se oía una dulce y aterciopelada voz femenina, le explico que impartían cursos para parejas a los que se podían unir, Matías por timidez propuso comenzar con una clase particular para el y su mujer y Premila que es el nombre que corresponde a la mujer de la aterciopelada voz, acepto la propuesta y se citaron para unos días más tarde.

-Ahora viene lo difícil, que es tratar de convencer a Claudia -pensó Matías.

Matías no sabía como plantearlo, pensó que Claudia es una mujer creyente, pero es más espiritual que religiosa, además de tener una mente abierta y medianamente liberal. Planteando el Tantra como una tradición esotérica oriental, la propuesta quizás le podría seducir.

-Pero Matías, como me propones algo así, que vergüenza voy a pasar -dijo Claudia.

-Mira, me han hablado muy bien del Tantra, a un compañero le ha salvado el matrimonio y además, recuerda lo que te he dicho de Sting, es capaz de estar nueve horas seguidas haciendo el amor con su mujer, si eso no te convence…

Tanto Matías como Claudia son una pareja relativamente joven, todavía no llegan a la cuarentena, y físicamente se cuidan muchísimo, perfecta combinación de yoga y gimnasio junto con una saludable alimentación, lo que hacía que pudieran presumir de un físico agradable y deseable.

-Bueno, que por mi no sea, pero como vea algo raro, te digo que me voy y os dejo plantados -le advirtió ella.

Por fin llego el ansiado día, y se presentaron los dos en el lugar y hora convenidos, Era una estupenda vivienda unifamiliar en una urbanización de prestigio -esto te habrá costado un dineral, protesto Claudia- Matías gesticulo con una disimulada afirmación.

Fueron recibidos con un entrañable abrazo por una hermosa pareja de maestros tántricos, hombre y mujer bellísimos, vestidos completamente de blanco, sus rostros irradiaban serenidad, armonía y plenitud. Premila y Falak les pidieron sentarse en el alfombrado suelo, con las piernas en posición de loto y con una perfecta comunicación visual de los cuatro estuvieron mirándose sin decir nada durante unos segundos.

-Falak y yo aspiramos a que a partir de hoy os cambie vuestra vida, para el Tantra el sexo es sagrado, por lo tanto vamos a tratar de preparar vuestros cuerpos para llegar al orgasmo con plenitud enseñándoos diferentes técnicas que luego podréis poner en practica vosotros mismos. Empezaremos con una preparación llamada Maithuna que precederá a la unión sexual la cual no se realizara de la forma convencional.

Claudia quedo mirando a Matías con cierta desesperación, sin embargo Matías estaba encantado, no era para menos, no podía desear mejor pareja que Premila, aunque le costaba disimular ciertos celos por la clase que Falak iba a impartir a Claudia, pero a lo hecho pecho.

-Las técnicas son diferentes cuando el receptor es hombre a cuando es mujer -dijo Falak- tú Matías recibirás de Premila un masaje con técnica Lingam especifico para hombres y a ti Claudia te proporcionare un masaje Yoni pensado exclusivamente para mujeres. Ante todo, para perder el pudor, vamos a desnudarnos completamente y sentados en posición de loto vamos a mirarnos frontalmente y en silencio, debemos armonizar nuestras respiraciones, deben llevar el mismo ritmo.

Obedecer estas indicaciones, a Claudia le costaba horrores, pero sinceramente, pensaba ella, el tío esta buenísimo, quizás un poco adamado para mí gusto, prefiero a los hombres más viriles, como mí Matías. Las dos parejas estaban separadas por un par de metros, tanto Premila como Falak comenzaros a acariciar a sus parejas, de una forma muy sutil, rozando únicamente con la yema de los dedos, ellos también pidieron ser acariciados de la misma forma. La respiración la mantenían sincronizada y sin dejar de mirarse a los ojos.


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