EL MISTERIO DEL PALACIO DE TESTAS (CAP 1º)

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Capitulo 1
La mujer de la dehesa y regreso a Castejada
Alex conducía extremadamente rápido por la autovía, el mercedes de lujo engullía los kilómetros como si nada. El hombre parecía estar en trance, con la mirada perdida, probablemente por el Whisky que había ingerido, y cuya botella vacía, rodaba dando tumbos de un lado a otro en el asiento trasero, o tal vez, su estado se debía al hecho de haber discutido hacia unas horas con su esposa, al descubrir que esta, tenia un amante, aunque no sabia quien era, nunca le vio el rostro, si que comprobó como su esposa y aquel tipo pasaban la noche en un hotel de carretera. No era la primera disputa que mantenían en los últimos meses, las cosas entre ellos no iban demasiado bien, pero hasta ahora siempre se habían arreglado de un modo u otro, sin embargo esta vez era distinto, lo único que Alex no podía perdonar era la infidelidad y así se lo había hecho saber a Irene cada vez que salia a relucir el tema de los cuernos. “Vaya caprichos tiene el destino”, pensó Alex, por su condición de detective privado, había sacado a la luz cientos de infidelidades, ahora sentía lo mismo que los que acudian a el. Después de algunos insultos de lo mas variado Alex tomo una maleta con ropa que había llenado minutos antes de que Irene llegara a casa, salio del apartamento dando un terrible portazo, mientras que Irene gritaba “Estas loco ves cosas donde no las hay, solo esta en tu imaginación”, algunos vecinos, alertados por los gritos y el ajetreo, se habían asomado para recrearse con el espectáculo, ni cabe decir que Alex estaba abochornado, una vez hubo alcanzado la calle hecho las maletas al maletero, se subió lo mas rápido que pudo al coche y desapareció calle abajo sin rumbo fijo, luego paro en una de esas gasolineras con supermercado, lleno el deposito y compro una botella de whisky barato, apago el teléfono móvil y lo arrojo al interior del maletero, volvió a la carretera conduciendo sin destino, no tenia ganas de escuchar a nadie.
La noche cayo sobre la autovía y los parpados de Alex comenzaron a pesar demasiado, apenas conseguía mantener los ojos abiertos, estos cayeron como la persiana de una ventana cuando se parte el cordón que la sujeta y los ojos verdes de Alex desaparecieron por un instante, un algo repentino hizo clic en su cabeza, y como un resorte sus parpados se elevaron de nuevo, dejando ver sus ojos , gracias a dios el vehículo seguía circulando sin problemas,
sin desviarse ni un ápice de su trayectoria, fue entonces cuando vio aquel cartel azul de autovía “ SALIDA 09 CASTEJADA”, al leer el nombre de aquel pueblo a su mente vinieron recuerdos de su infancia en aquella villa, su difunto padre era natural de Castejada, ya no le quedaba familia allí, o al menos que Alex supiera, sus abuelos murieron años atrás y su tío Blas había emigrado hacia mas de treinta años a Barcelona, con toda su familia, nunca hubo relación ni mala ni buena entre los hermanos, tampoco con el resto de vecinos del pueblo, aunque nunca supo porque, pues su padre siempre evitaba hablar del tema, solo cuando fallecieron, primero su abuela Teresa y unos años después el abuelo Esteban, los hermanos coincidieron en sendos entierros, se podía palpar en el ambiente que la relación entre ambos era tensa y distante, apenas se dirigían la palabra, solo lo justo, dado que la ocasión y el momento no eran los mas apropiados, no hubo ningún tipo de trifulca entre ellos, al menos que Alex supiera, por otro lado su padre siempre mantuvo una estrecha relación con sus progenitores y durante varios años hasta que estos fallecieron todos los veranos acudían al pueblo y pasaban largas temporadas en casa de sus abuelos, una vez fallecidos estos nunca mas volvieron, tampoco tenia conocimiento de lo que paso con la casa, su padre nunca comento nada al respecto.
El sueño comenzó a envolver de nuevo a Alex, así que pensó que tal vez seria buena idea visitar el pueblo de sus antepasados y buscar donde pasar la noche, tomo el primer cambio de sentido que encontró, pero la noche era tan oscura que a penas podía adivinar lo que ponía en los indicadores, sin querer se adentro en un camino de servicios que corría paralelo a la autovía, estaba oscuro como la boca de un lobo, pero el firme estaba en buen estado, no llevaba recorrido ni medio kilómetro cuando de repente y como salida de la nada se desato una tormenta eléctrica, los rayos y los truenos se sucedían sin tregua, el agua comenzó a caer a raudales, incluso se podía decir que de forma violenta, cada vez que se producía un relámpago era tal la cantidad de luz que desprendía, que por un instante parecía que se hacia de día, dejando ver el impresionante paisaje que bordeaba la carretera lleno de Encinas y alcornoques centenarios, de pronto durante uno de esos relámpagos Alex creyó ver una silueta femenina que corría entre los arboles bajo la torrencial lluvia, llevando como único atuendo lo que parecía una túnica blanca, instintivamente levanto el pie del acelerador y espero al siguiente rayo para comprobar si era cierto lo que había visto, o solo era fruto de su imaginación, tardo solo unos instantes en volver a hacerse la luz, y efectivamente, allí estaba de nuevo corriendo entre los arboles aquella figura.

De repente el destello de otro relámpago, le dejo adivinar la sombra del Palacio de testas, un escalofrió recorrió su espalda al recordar una de las historias que le había contado un vecino del pueblo y al que todos conocían como el “Tuerto” por tener un ojo de cristal, como cada noche la chiquillada se reunía bajo la gran encina que coronaba el centro de la plaza para escuchar las historias que este les relataba, en una de aquellas historias, les contó que siendo el “Tuerto” mozo, una joven del pueblo, tras llevar varios días desaparecida, fue hallada muerta en extrañas circunstancias en las dehesas que rodeaban el Palacio, fue entonces, cuando el “Tuerto” clavo sus ojos, o mejor dicho su ojo, en el pequeño Alex, a pesar de que habían pasado mas de veinticinco años, no podía evitar sentir un nudo en el estomago, al recordar aquel ojo negro y sin vida, sin apartar la vista del pequeño Alex, continuo relatando que por aquel entonces el abuelo de Alex, era uno de los “guardeses” del palacio, y que precisamente este fue quien ayudo a la guardia civil a peinar la zona palmo a palmo, en busca de la chica desaparecida, a la que finalmente hallaron salvajemente mutilada, la versión oficial de las autoridades locales decía que un animal salvaje, probablemente un lobo, había sido el causante de tal brutalidad, sin embargo, les contó “ El tuerto” que en el pueblo corría el rumor de que la infeliz había sido seducida por el hijo menor del Marques de Canillas, dueño y señor de las tierras que rodeaban el pueblo y por ende el palacio. Del hijo contaban las malas lenguas, o quizá no tan malas, que era un mujeriego empedernido, amante de la brujería y lo esotérico, decían que en el palacio se realizaban ritos demoníacos, donde se sacrificaban animales, que mas tarde eran abandonados en la dehesa, con el fin de hacer creer a los vecinos del pueblo, que la desaparición de sus animales era obra de los lobos, por este motivo los habitantes del pueblo, habían llegado a la conclusión que no era nada descabellado pensar que tal vez, había sucedido lo mismo con aquella pobre joven.

CONTINUARA...

 


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