La puerta crujió como si pidiera permiso para dejar entrar los rayos de luz artificial de la bombilla en el corredor... tu silueta despeinada se acercaba de a poco con una cautela pésima tan ruidosa como la salchicha en la sartén que habías puesto para darme un desayuno sorpresa, te avalanzaste sobre mi humanidad y me arropaste con tus cabellos... sonreias con picardía y me besaste percatándote de no dejar un espacio sin acariciar con tus labios... yo me hacia el dormido para no estropear todo tu esfuerzo... pero mi rostro de enamorado era completamente real. lo vi en el tuyo. -¿por qué te detienes? pregunté, y tu respondiste.-es que moviéndome tan rápido no puedo apreciar el brillo de tus ojos y entonces nos besamos y abrazamos tan fuerte que pude sentir como el tiempo se detenía.AMILaR
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