El sudor recorría mi existencia y a ciencia cierta no supe si era mío o de ella, la fragancia que emanaba era particular, me extasiaba, me saciaba, permanecía junto a mi con sus nalgas perfectas, como llamándome a seguir, de las ganas que sentía mi refractario se hizo corto. Entonces la tome del pelo, le susurré al oído, - tenemos tiempo... Y me tomo del miembro diciendo -tenemos ganas... Me llevó hacia ella y si esencia de mujer, los instintos en primer plano y la cordura inexistente nos hizo rasgarnos la piel, su pudor corrió en las cobijas. Mientras probaba con su boca su sabor y el mío. Me miró a los ojos y pedía mas, ¿ de donde saque fuerzas? Aun no lo se, si el deseo o el amor pero la hice mía una y otra vez, el cuerpo ya no soportaba aunque el deseo no cesara, un sueño profundo nos embargo y uno sobre el otro descansó.
AMILaR
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