Ella estaba muy desesperada, ella y su novio habían tenido problemas, discutían mucho últimamente. No me impresionaba todo lo que ella me contaba, sin embargo sus historias y experiencias me excitaban, tanto que tuve que desahogarme. A pesar de ser sólo una amiga, desde hace mucho me sentía atraído hacia ella. Había venido varias veces a mi casa , pero una de esas tantas ocasiones aproveché...
Estábamos solos, sin nadie que nos observara o escuchara, ni un alma. Tenía tiempo que no hacia el amor con su novio, ella estaba tan excitada y para aumentar más su deseo de ser penetrada otra vez, le puse una serie de videos eróticos, siendo mi mejor amiga nos teníamos mucha confianza, nos decíamos todo y podíamos hacer lo que sea juntos. Ella se estaba resistiendo, la empecé a tocar y dijo que no debíamos tener relaciones ya que ella tenía pareja, pero le insistí tanto mientras le besaba el cuello y le susurraba en el oído. Seguíamos vestidos pero empecé a frotar mi pene en su vagina, mientras soltaba varios gemidos. Se empezó a desnudar, quitándose las prendas superiores y yo le ayudé con las interiores. Ella gemía y gritaba cada vez más fuerte diciendo que lo hiciera más fuerte y rápido.
Finalmente había cedido, fue un momento glorioso. Estuvimos así por mucho tiempo, por suerte llevaba un condón conmigo por si acaso, aunque sólo duró la primera ronda, por eso no me quedó más remedio que continuar y finalmente acabé y eyaculé encima de ella. Después de eso volvimos al colegio e hicimos como si nada pasó. Y nunca nadie se enteró.
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