UN AMOR DE HISTORIA 1
Por franciscomiralles
Enviado el 23/09/2017, clasificado en Fantasía
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Luis Camps se hallaba en Egipto visitando Luxor o Tebas que es donde se encuentran los
descomunales templos de Abul Simbel que están situados junto a las presas de agua en el territorio Asuán y a su vez están rodeados por un inconmensurable desierto lleno de guijarros.
Y mientras Luis contemplaba el singular templo del dios Horus, el halcón, en cuya entrada habían
dos gigantescas estatuas de un Ramsés pensó que en un principio de la civilización de la
Humanidad el YO personal del individuo no estaba demasiado arraigado en su conciencia, y sólo el
faraón y la nobleza tenían un significado identitario en función de su rango. Para que la población
empezara a desarrollar el YO tuvieron que pasar muhos siglos cuyo punto de partida fue en Tracia
al N.E. de Grecia
El caso era que si bien Luis parecía ser un turis ta más en aquel país en el fondo estaba loco de
atar porque en realidad andaba buscando por entre aquellas ruinas el aura, una presencia
fantasmagórica de una reina de la Antiguedad llamada Nefertiti, que quería decir "La más bella ha
venido".
En efecto desde que el viajero adquirió el busto de aquella fémina en un anticuario de su ciudad
extrañamente no tan sólo se sintió arrebatado por su hermosura ya que tenía unos ojos rasgados
de un color negro como su piel, y unos sensuales labios rojos; y llevaba un gorro alto en su
cabeza según su real categoría, sino que su figura a Luis le sugería un ilusionado estdo de
ánimo que para él se había esfumado en la época que le había tocado vivir, y que le transmitía
un crónico desasosiego, y se preguntaba qué hacía en este mundo.
De súbito quizás a causa del calor y del cansancio Luís entró en un estado casi hipnótico y tuvo
una peculiar visión espectral de un sujeto que salía de aquel templo.
" Quién me hubiese dicho en mi época que este lugar estaría tan visitado - le comentó aquel
tipo alto, delgado, de un cabello negro; el cual vestíauna túnica blanca.
- Sí es asombroso que surgiera una cultura tan elaborada en aquel tiempo - respondió Luis
- Desde luego nuestra civilización no surgióde la nada. Los sacerdotes contaban que el dios Ra
nos permitió crecer gracias a la influencia de los sumerios que eran un pueblo muy sabio que por
medio del comercio nos transmitieron su cultura; claro que nosotros siempe fuimos receeptivos
y supimos aprovechar sus enseñanzas en beneficio nuestro. Pero ahora todo ha cambiado.
- Bueno pero "El libro de los Muertos" que se escribió en la Antiguedad, todavía se lee con
admiración - respondió Luis.
- ¿Ah si? Pues nosotros sentimos horror a la muerte.
- ¡Anda, como cualquier bicho viviente! - exclamó su interlocutor riendo.
- Sí No es posible que nuestro amor a la vida al final todo quede en nada. Tras el último suspiro
vivimos de otra manera. Cuánto más se preserva el cuerpo terrenal del Faraón y su tumba misma
más probsbilidades tiene de alcanzar la eternidad. Por eso nos enterramos con nuestros enseres
más preciados. Así la esencia del difunto, el "ba" juntamente con sus pertenencias puede cruzar
el tenebroso río de la vida hasta alcanzar la otra orilla donde le aguarda el dios Sol, el cual nos
va a juzgar nuestras acciones buenas y malas en una balanza.
Luís pensó que aquel hombre estaba más loco que él.
- Perdona extranjero pero todavía no me he presentado. Me llamo Shinué, y tras vivir durante
mucho tiempo exiliado, en Palestina, puesto que deserté del ejército de mi país porque odio las
guerras, fui indultado por un Faraón. Y gracias a las simpatías con las que me dispensaron sus
hijas me convertí en un coresano de su palacio. Si ahora me he dado a conocer es porque tú
has sabido ver mi cansado espíritu que hace muchas lunas que ronda por aquí.
- Ya. Fuitéis un pueblo muy despierto, y que supistéis crear vuestra filosofía de la vida.
- ¿Filosofía dices? Esto suena a las raras especulaciones que hacían los griegos cuando venían
aquí, que se empeñaban en hacernos reflexionar para hallar unaúnica causa natural acerca
de la Naturaleza, al márgen del camino que nos señalaban los dioses - expresó Shinué con
desdén-. ¡No hay más verdad que la de Ra, y del Faraón! No somos tan ilusos como ellos
creían. Nosotros teníamos buenos médicos, y sabíamos medir el tiempo, así como también
contábamos con excelentes astrólogos y adivinadores que nos guiaban en nuestro destino.
Por otra parte, sabemos que hay una lucha constante entre el bien y el mal; entre la salud y la
enfermedad, y que al final siempre ganará el bien - dijo con optimismo.
- Ojalá fuera así. No estoy seguro de que ganará el bien. Por ahora eso no se nota. Pero
en épocas posteriores, Alejandría se convirtió en el centro cultural más importante de la
Antiguedad, gracias a la famosa Bibliotca en la que acudían los pensadores más importantes de
aquella época a los que tú desprecias tanto, y que os hicieron avanzar. Porque el aferrarse a unos
mitos, a la larga uno decae, porque la vida es movimiento sea mental, o espiritual.
- ¡Mira extranjero! La noche es como el caos; todo está oscuro y confuso, mientras que la luz
del día, es la vida. Por eso tenemos que conservar nuestras creencias, porque el desorden nos
acechan sin cesar, y todos nos debemos a través de nuestro trabajo diario al gran Faraón, ya
que él es quien nos protege de toda adversidad. Para que lo sepas Ramsés con su Sagrada
Familia, es el dueño y señor de nuestras vidas y de toda la riqueza del país- respondió el egipcio
con orgullo-. Nuestro Señor es el único que puede franquear la entrada en los templos, que por
eso es el más viril de todos los hombres, y por tanto el hijo de Osiris.
(continuará)
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