EL AMOR A LA LECTURA 1

¿Se imagina el amable lector vivir sin la tecnología actual,y sin televisor, y sólo con la Radio la

prensa escrita, y el cine como las únicas ventanas al mundo? Así se vivía en mi infancia.

Sin embargo había un significativo canal cultural que estimulaba mi curiosidad, y mi imaginación

como era la lectura. Se empezaba con los "cómics" fueran humorísticos o de aventuras, y con los

cuentos del libro árabe "Las mil y una noche" que me narraba mi abuela, o los argumentos de las

películas que me explicaba mi madre la cual tenía una retórica extraordinaria, ya que tanto los

relatos de los libros, como de los "cómics", del cine y del teatro se enmarcan en un mismo tronco

narrativo con sus propias singularidades.

Por supuesto que con el tiempo esta sencilla base narrativa-afectiva evoluciona y se pasa a

mayores. Esto significa que que hay que contemplar a los autores clásicos que inician nuestra

tradición literaria. Tomemos el caso de la ODISEA del poeta Homero. Esta obra desde su

tratamiento mítico nos habla del astuto protagonista Ulises, que al igual que nosotros tiene que

sortear una serie de peligros valiéndose de la razón para alcanar su objetivo que es regresar a

su hogar. Y a pesar de que dichos autores usaban un lenguaje que hoy en día nos suena muy

antiguo y en deshuso porque ya no se habla como en el pasado, puesto que ellos no dejaba de

ser hijos del contexto hstórico que les había tocado vivir, es evidente que sabían reflejar muy

bien la naturaleza humana a través de sus personajes más allá de las convenciones sociales.

Por ejemplo en el Siglo de Oro en el que floreció el teatro y la novela picaresca y que fue para

contrarrestar a nivel inconsciente el desastre económico-social del sigl XVl bajo el reinado de

los Austrias. 

Así el pícaro estafaba, engañaba a quien podía para poder sobrevivir en un país donde moría de

hambre.

Mas desde una perspectiva literaria hay que subrrayar la gran importancia de Cervantes y de

Shakespeare, ambos de la misma época. Como el lector sabrá, el primero que rivalizaba con el

dramaturgo Lope de Vega dió en la diana con su novela "El Quijote".

Esta obra es más que una historia humorística. Es un hombre que vive aferrado a un pasado

épico, de gestas caballerescas, y como no le gusta la prosaica y deslucida época en la que vive

se refugia en los libros de caballerías y niega la realidad que le rodea; pero ésta le sale siempre

al paso y lo derrota una y otra vez.

Yo todavía conozco a bastante gente que no se identifican con la  época presente, y se estancan

en los años 30, o 60 del siglo pasado. Por tanto el espíritu del señor Alonso Quijano pervive aún

con otro ropaje más moderno en la psicología humana.

Una persona de Letras no puede prescindir de las obras de teatro de Shakespeare, ya que sus

personajes muestran sus pasiones humanas con gran realismo como son los celos,la ambición,

etc. Shakespeare es una referencia literaria que marca la pauta de muchas novelas, obras

teatrales, o pelícuas de hoy en día. Aunque se ha dicho que muchas de las obras del autor

isabelino las escibía otro sujeto, lo cierto era que él debido a sus muchos compromisos se valía

de un "negro", de un escriba que le desarrollaba la idea qu tenía en mente.

Sin ninguna duda el personaje más complejo de este autor es Hamlet. El destino fatal al que se

ven arrojados sus personajes viene dado por dejarse llevar por sus desmesuradas pasiones.

En "El Rey Lear" he visto unos vivísimos diálogos de unos personajes que parecen ser de nuestro

ahora.

El autor de ROMEO Y JULIETA fue muy reconocido y admirado en Inglaterra; no así sucedió con

Cervantes que tuvo muhos problemas con su lucida novela.

Pero tampoco me puedo olvidar de los autores del siglo XlX como Benito Pérez Galdós, del gran

Leopoldo Alas Clarín con su soberbia novela LA REGENTA; o más adelante a los de la Generación

del 98. Todos ellos han sido mis grandes compañeros en muchos ratos de soledad.

No obstante quienes también han marcado mi vida han sido algunos escritores extranjeros. Me

refiero especialmente al francés Marcel Proust, a Dostoieski, al irlandés James Joyce; ya en

nuestra actualidad al polaco Franz Kafka.

En cuanto a Marcel Proust del siglo XlX en su obra EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO el

protagonista va de visita a la casa de una pariente, y allí toma una madalena mojada en una

taza de té. Y aquello le evoca unas vivencias en un ambiente arstocrático que él describe con

toda suerte de detalles, y de un amor no correspondido de un tiempo ya ido. ¿Quién a través

de un olor, de un pequeño objeto no ha evocado su infancia o adolescencia?. Vivimos del sueño,

y del recuerdo.

En otra vertiente más desgarrada se encuentra Dostoieski que es el escritor precursor del 

Existencialismo de Sartre, con sus personajes volcados emocionalmente a situaciones límite.

                                                           CONTINUA