Denunciar relato
Nos encontramos
entre las bellezas
del nuevo día perfecto.
Tenemos la certeza
de un cambio,
de una mutación,
de un tránsito ideal
hacia algo mejor,
que lo es
porque creemos
en lo que somos,
en lo que podemos realizar.
Nos hallamos
en este nuevo mundo,
y en él nos conjuramos
para no perder nada.
Tampoco es que importe:
mañana habrá más.
Nos acompaña
una ingente hermosura
que ensalza y encumbra.
Damos con un nuevo día,
que nos engalana,
que nos devuelve
la sonrisa espléndida,
que nos traslada
a este universo heredado,
más bien prestado,
para disfrutar por un tiempo.
Nos vemos casi de repente,
y de repente nos queremos
como si hubiéramos estado juntos
toda una vida.
Puede que haya sido así.
Es el enigma del lugar,
y, claro, el momento.
Juan Tomás Frutos.
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