Aún puedo sentir aquel olor amor,el olor a recién llovido...
al recordar la noche;aquella noche...mi corazón late sinceramente conmovido.
Aún recuerdo la noche del cielo lila casi rosa que acogía con su manto
aquellas nubes grises amarillentas cargadas de agua y encanto.
Estamos en la calle y aquella noche nos acoge nuevamente en mi mente,
y soplando el viento,amor,se vuelve a levantar esas voces de repente.
¿puedes escucharlas? son los ecos que parecen venir del otro plano,
es el tono amor,son las voces de niños que entonan inocentes y sanos.
Cantan y regalan inquietud...una perfecta armonía y dulzura danzan al compás,
que convierte está noche en esperanza infinita,en un trocito de eternidad.
En la noche el mundo es tan extenso y al mismo tiempo tan pequeño,
que toda sensación de tristeza o futuros inciertos no son más que un mal sueño.
En una orquesta paranormal,el viento me acaricia suavemente,
mientras la lluvia comienza a caer sobre nosotros cada vez más incesantemente.
Pero no,no son gotas lo que caen del cielo,es el mismo cielo,
que regala luz a un angel que aún al ponerse roja se refugiaba tras su pelo.
El mundo no es el mundo,es un lugar bello y mágico esta noche...
y ahí estás tú mi sol dandome la mano,
siento tu sonrisa;es el perfecto broche.
Las voces de los niños se torna fuerte y lejana,cercana y perdida en mi mente,
pero sin duda han atrapado aquella noche en notas que se suceden perfectamente.
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