Compañera de trabajo, 4ª parte
Por MARTITA
Enviado el 19/10/2017, clasificado en Adultos / eróticos
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Llegó a la oficina nerviosa y vio que Alex ya estaba allí, siempre lo estaba, llegaba pronto al trabajo, siempre era el primero en llegar. Saludó a su compañero antes de ir a su mesa a encender el ordenador.
- Hola Alex, buenos días, que tal? Dijo
- Buenos días guapa, aquí empezando la faena, contestó él
Siempre me saluda así, pensó Tamara, es agradable empezar el día con un piropo de tu jefe. Alex siempre le decía lo de: guapa..., ella sabía que no se dirigía así a todas las mujeres, sólo a ella y eso le hacía sentirse una mujer especial.
Al dirigirse a su mesa pudo observar de refilón, como Alex no le quitaba ojo de encima. Se agachó a encender la cpu de su equipo y pensando que su compañero estaría mirándole, se mantuvo un poco más de lo habitual en esa posición e incluso forzó la postura para poder darle la oportunidad de disfrutar con aquella vista, ya que, seguramente Alex estaría mirando sus piernas y su culo.
Al sentarse en su mesa miró por encima del monitor con disimulo y efectivamente…..la cara de circunstancias de Alex le indicaba que había estado observándola y quedó corroborado al ver el gesto que hizo con el brazo…..
Alex metió su brazo por debajo de la mesa y se colocó la polla disimuladamente, ver esas bonitas piernas y su perfecto culo a través del vestido había despertado su libido….. uffff tan de mañana y ya estaba excitado…. Pero no podía evitarlo, Tamara era un bombón y empezar el día viendo esas piernas y ese culo tan de cerca…... y además se marcaban tan bien en ese vestido…….
Tamara estaba espectacular, el vestido marcaba su bonita figura y mostraba lo bonitas que tenía las piernas. A pesar de no tener botones en su parte delantera, se podía observar su lencería a través de las aberturas existentes para los brazos.
La mañana transcurrió con normalidad, hasta que llegó un correo electrónico anunciando un trabajo urgente, teníamos que revisar un memorial de la empresa antes de su publicación. Este trabajo nos llevaría bastante tiempo y a pesar de ponernos manos a la obra inmediatamente, no nos daría tiempo por lo que tendríamos que trabajar por la tarde hasta terminar de revisarlo.
Tamara y yo comimos juntos en la cafetería de la empresa y después del café volvimos a la oficina.
Esta vez utilizamos la mesa de mi compañera, ella se sentó en su silla y yo acerqué otra para ponerme a su lado.
Al igual que en el día anterior, el hecho de estar cerca de ella era delicioso. Mi excitación fue palpable desde el primer minuto, fue sentarme a su lado y empalmarme al instante. Tamara me mostraba el memorial y juntos lo íbamos revisando, aunque reconozco que lanzaba miradas furtivas hacía su pecho, podía ver de vez en cuando su lencería y he de decir que era preciosa, su sujetador era de un color morado y también tenía encaje. Su sola visión ya me excitaba….
Tamara se dio cuenta de que Alex aparte de mirar el monitor y seguir sus indicaciones, también miraba su cuerpo. Saber que era el objeto de deseo de su compañero lejos de incomodarle, le agradaba. Cada vez se sentía más cómoda junto a él y cada vez se sentía más atraída por él. Después de lo sucedido en su casa el día anterior, tenía claro que le apetecería tener algo con él, había dormido soñando con Alex y deseaba que sus sueños se hiciesen realidad. En ese momento decidió que si él no daba el primer paso sería ella la que lo diera y aquella oficina era el sitio ideal para comenzar a darlo.
Tamara se acercaba a su compañero cada vez más, tocaba su brazo con el suyo y no hacía ademán de quitarlo, juntaba su cuerpo al suyo y sentía una agradable sensación al tener el cuerpo de Alex pegado a ella. El perfume de Alex se introducía en sus fosas nasales transportándola a un estado de bienestar, de relajación e incluso de excitación…..estaba tan a gusto, que cuando su compañero giró su cabeza para contemplarla, no pudo más que cogerle de la barbilla y plantarle un beso en la boca, fue un beso con sentimiento, sensual.
Alex totalmente sorprendido, se dejó llevar…...había soñado como sería besar a su compañera pero la realidad superaba a la ficción.
Tamara dejó de besarle y pasó a mirarle a los ojos directamente. Alex por su parte dejó su gesto de sorpresa y también miraba fijamente a su amiga. Eso fue suficiente……
Alex cogió la cabeza de Tamara con suavidad y acercó su boca hasta que sus labios chocaron, sus bocas se abrieron dando paso a sus lenguas, las cuales empezaron a entrelazarse y a juguetear entre ellas. Ella besaba muy bien, movía su lengua con delicadeza y exploraba todos los rincones de la cavidad bucal de su compañero, sin brusquedad pero sin pausa. Estaba disfrutando y eso se notaba.
Se levantó de su silla y quedo de pie frente a Alex, éste se acercó y tras desabrochar la cremallera, su vestido cayó al suelo dejando a Tamara en ropa interior, su conjunto era precioso, sexy y elegante, mostraba perfectamente la bonita figura de su amiga. Alex no podía apartar la mirada de su cuerpo, suavemente acarició el pecho de Tamara, la tela de su sujetador, transparentaba su pequeño pezón y allí dirigió sus dedos, los cuales dedicaron unas pocas caricias hasta hacerlos endurecer por la excitación.
Alex no aguantaba más y desabrochó su sujetador con habilidad, éste al caer dejó al descubierto los preciosos pechos de Tamara, erguidos desafiaban la gravedad y se mostraban esplendidos, Alex rápidamente acercó su boca, hasta que pudo saborear semejante manjar. Pasaba sus labios de un pecho a otro, besaba con delicadeza sus pezones y lamia suavemente todo su contorno.
Acariciaba todo su cuerpo con ternura, pasaba la punta de sus dedos por su espalda y Tamara sentía cada caricia estremeciéndose de placer. Alex deslizó sus manos hacia el culo de su amiga, acariciándolo con suavidad por encima de la tela de su braguita, hasta que decidió que era el momento de quitárselo. Alex dejó completamente desnuda a su compañera y contempló su sexo totalmente depilado, era precioso, sonrosado y con unos labios abultados por la excitación. Pasó la yema de sus dedos por encima de ellos, haciendo gemir a su amiga.
Sentó a Tamara en la mesa, hizo que ésta se tumbara y abriera sus piernas para acto seguido comenzar a lamer todo su sexo, comenzó por los labios, haciendo que Tamara diera un respingo cada vez que sentía el contacto de su lengua. Abrió sus labios y tras localizar su clítoris hinchado su lengua empezó a jugar con él, lamía, succionaba y volvía a lamer su pequeño botón……
Tamara sentía como una oleada de placer inundaba todo su cuerpo, cada vez que Alex lamía su clítoris una descarga atravesaba su espalda, haciendo que ésta se arqueara, gemía de placer y sentía que el orgasmo estaba a punto de llegar…..
Seguiré.............
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