El hermano

En ese tiempo desde el aeropuerto de Mar del Plata para ir a Buenos Aires a la noche salían Austral y Aerolíneas con muy poca diferencia.

Él llegó tarde, perdiendo el primer vuelo. Quedaban cuatro personas para el segundo.

Embarcan y un hombre se sienta a su lado, a pesar  que el avión estaba casi vacío.

 A poco de partir,  el desconocido comienza a conversarle  contando que había ido a Mar del Plata para solucionar un problema de correos privados para el hermano. Le comenta que lo conoce desde hace muchos años.

En ese momento se percata de que en el pre embarque el individuo  lo observaba insistentemente,  pero de cualquier manera no le prestó mucha atención.                    

Toda su interés  cambia cuando le dice dónde iban a bailar cuando era jóvenes, de que club era hincha, como se llamaba la esposa, hijas  y varios detalles más.

Desde ese momento comenzó a seguir toda la conversación tratando de adivinar quién era. 

Él era hábil, por su trabajo, en seguir charlas de las que mucho no tenía en mente sin que se percataran los ocasionales clientes que creían que se acordaba de toda su vida al detalle.

Por más esfuerzo que hizo no logró recordarlo.

El avión aterrizó, se saludaron quedaron en comunicarse telefónicamente (no existían los celulares) y el extraño le entregó una tarjeta. Como él no tenía se lo anotó en una servilleta de papel.                                                                                                         

En Buenos Aires lo estaban esperando por lo que el episodio fue olvidado.

Al regresar y acomodar la ropa, sacó la tarjeta y se puso a pensar pero continuó sin ubicarlo.                 

¡Cosa extraña la memoria, que no le daba ni la más mínima pauta por donde comenzar a recordar!

Como era prolijo la guardó.

Al tiempo y viéndola supo súbitamente quién era: hacía más de 25 años que no lo veía y que le decían Jorgel, que en los jóvenes era la reducción de Jorge el boludo.

Nunca había conocido el apellido y por el sobrenombre no era una persona que a los 17/18 años les hubiera parecido muy lúcida. 

Años después aparece para el público  un personaje turbio de la mafia relacionada con “el turco Menem” de nombre de Yabrán.

 Abreviando  todo lo ya conocido del asesinato de Cabezas que le dictaron prisión y se suicidó.

Pasó un tiempo y apelando nuevamente a los misterios de la mente, recuerdo que en la tarjeta que le había dado Jorgel el apellido le pareció conocido. La buscó y era Yabrán.                                   

Estaba en la duda de llamarlo o dejar el episodio olvidado y sepultado. Lo piensa durante un tiempo y finalmente se decidió comunicarse

Previo a dos secretarias lo atiende Jorgel y le cuenta que era el hermano de Alfredo.   

Charlar con Jorgito sabiendo quien fue a lo largo de su vida resultó más sencillo que en el primer viaje en avión.

Le contó que en ese momento manejaba los dineros del hermano, pensaba ampliarlos pero no podía extender mucho la conversación, pero que al día siguiente lo llamaría a las 18 horas para proponerle un negocio extremadamente lucrativo.

Tal como le había dicho pasado un día suena el teléfono y entonces él………………………………………..