El albañil de la casa con ayudantes II
Por Prometea
Enviado el 28/11/2017, clasificado en Adultos / eróticos
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Cuando las tres vergas que había disfrutado estaban fuera de su humanidad, ella se dejó caer en el sofá. Su tranquilidad no duró mucho. Los tres jóvenes tenían ímpetu de sobra y con los ojos cerrados ella sintió como empezaron a lamerla toda. Uno se aplicó en su clítoris, otro en sus pechos y el tercero le metió la verga en la boca. Sin ver, ella sabía que era la verga del otro joven.
El chico que se estaba ocupando de su clítoris mostró una tremenda habilidad. En unos segundos mi esposa estaba arqueando la espalda y aullando de placer. Tomó las manos del que le estaba acariciando sus pechos y le indicó que masajeara más fuerte. Cuando obtuvo el ritmo deseado, con las piernas abrazo y casi ahoga al que le estaba metiendo la lengua en su vagina completamente húmeda. Entonces tomó la verga que tenía en la boca y al mismo tiempo que chupaba y saboreaba, lo empezó a masturbar deseando probar ese otro semen.
De nuevo un orgasmo sincronizado. Al mismo tiempo que ella se venía mojando la cara del que estaba en su vagina, sintió un chorro un poco menos abundante, otro más que se aplicó como crema en sus pechos.
Los tres quedaron sentados y acariciaban sus toletes como agradeciendo el placer que había tenido. Solo pasaron 10 minutos, tomaron agua y mi esposa en una acción instintiva se puso en cuatro sobre la alfombra al mismo tiempo que tocaba, jugaba y mamaba dos de las vergas disponibles. Uno de los jóvenes entonces la penetró como un perro en brama. Solo se escuchaba el chasquido de la enorme verga entrando y saliendo de su vagina que más lubricada no podía estar. Mientras tanto Laura se atragantaba las dos enormes vergas y se las ponía en la cara, las acariciaba, las chupaba, las mamaba casi con desesperación.
Se turbó un poco cuando vio que Sergio y el otro chico a quiénes se las estaba mamando, se empezaron a besar. Entonces recordó que Sergio era bisexual. En unos minutos había dos parejas haciendo el amor, Sergio y su amigo en un intenso 69 y mi esposa cabalgando sobre el joven que estaba tumbado en la alfombra. No tardó mucho en terminar pues mi esposa en esa posición podía regular el ritmo, la intensidad y la profundidad de la penetración. Cuando estaba a punto de tener su orgasmo, el chico se sorprendió bastante cuando sintió como la vagina de mi esposa constreñía su gran verga. Apretaba y aflojaba como si fuera una mano habilidosa e inteligente. Al mismo tiempo que apretaba y aflojaba alternadamente, Laura experta en esto, se movía hacia arriba y hacia abajo, sobre todo cuando apretaba. El chico de pronto empezó a jadear sin poder creer lo que estaba sintiendo: la chaqueta perfecta, la vagina perfecta, la follada perfecta. Laura sintió el chorro de semen y vio como el chico arqueaba la espalda y apretaba fuertemente sus muslos. “Ohh Dios, nunca me habían hecho sentir esto… estás deliciosa”.
Entonces el otro chico dejó la verga de Sergio y se acostó al lado del que estaba montando mi esposa. Ella entendió y se desensartó, a continuación se volvió a ensartar en el tolete del recién acostado. La misma acción y el mismo efecto. Sin embargo Sergio que prefería el culo de Laura, se aplicó a penetrarla mientras ella masajeaba magistralmente con su vagina, la gran verga del joven. Rompieron récord de sincronía. De nuevo orgasmos simultáneos.
Vio como ellos simplemente recogieron su ropa, se vistieron, le dieron un cariñoso beso y le dijeron, “hasta pronto”. Sergio solo preguntó al pasar, “¿te gustó?” Ella, preguntó, “¿cuándo vuelves?”… “pronto, pronto”.
Cuando se terminó el video yo me había masturbado tres veces y me quedé profundamente dormido soñando que algún día podría disfrutar de tres vergas al mismo tiempo.
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