DUCHA (juegos preliminares)
Por Keira
Enviado el 22/05/2013, clasificado en Adultos / eróticos
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DUCHA (juegos preliminares)
La puerta del baño estaba abierta y yo lo sabía. Podrías llegar en cualquier momento y también lo sabía.
El vapor cubría la mampara hasta llegar a mi cintura. El agua resbalaba por mi cuerpo acariciando mis sentidos.
Me dijiste que llegarías a las seis y cómo no sabía si estaría en casa te di mis llaves y ahora podía oír como abrías la puerta.
Te quedaste quieto por unos segundos, en teoría no debía estar yo en casa. Oías el agua caer y a mí cantar. Qué pensaste?
No quise girarme, de alguna forma sabía que te habías acercado y podías verme. Cómo podía invitarte a compartir la ducha conmigo?
Dejé de cantar y cogí el mango de la ducha. Hice caer el agua por mi cuello, primero un lado y luego el otro. Pasé la mano por mi hombro izquierdo lentamente hasta que la caricia pasó del antebrazo a la mano. En ese instante te diste cuenta de que sabía que estabas ahí y no me importaba, es más, me gustaba.
Los dos seguimos el juego en silencio. Me giré lentamente y no del todo, todavía no podías ver mi cara pero sí cómo asomaba uno de mis pechos. Dirigí el agua hacia él y, sin darme cuenta, salió de mí un leve suspiro. Entonces decidí que era el turno de la esponja y la colmé de jabón, caía por los lados, otra invitación
Empecé a enjabonar mis hombros, las axilas y los brazos. Los pechos los enjaboné sin prisas con las manos, provocando algún que otro gemido.
Sentía tu excitación Deslicé una de mis manos por el vientre mientras la otra seguía acariciando mi pecho y jugando con mi pezón.
Cuánta espuma!!!! El descenso por mi vientre fue toda una tortura para los dos. Medio encarada a ti podías verlo todo. Empezaste a desnudarte, por lo visto mi invitación había sido aceptada.
Acaricié mi pubis y con los dedos separé mis labios. Sabía dónde tenía que tocar y lo hice. Con círculos latentes dejé que mi cuerpo gozara mientras te esperaba ansiosa.
Abriste la mampara y entraste. No me moví, quería darte tiempo para asimilarme toda. Entonces, te acercaste a mí y el agua empezó a acariciarnos a los dos.
Me cogiste por los hombros y desde atrás deslizaste tus manos por mis tetas mientras me besabas el cuello. Tu primera caricia fue suave, pero estabas tan contenido que apenas duró nada y me las estrujaste ansiosamente, apretabas mis pezones entre tus dedos y yo casi no podía respirar. Tus manos bajaron por mi vientre y tus dedos no tardaron en estar dentro de mí, primero uno, luego dos, yo quería más, te quería a ti. Ágilmente mientras me metías los dedos me acariciabas el clítoris haciendo que mi espalda se arqueara y mis pechos reclamaran tu boca. Y eso hiciste, los chupaste
Sólo deseo que continúes .
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