Usted siga roncando compadre II

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Tomó mi verga en sus manos y después de masturbarme un par de veces, sin pensarlo se la metió completa en la boca, me quite la playera y también me retire los zapatos con el resto de mi ropa, a lo lejos se escuchaban los intensos ronquidos de Julio y yo, seguro de mí, tome del cabello a Alicia para meterle toda mi verga hasta el fondo. No podía dejar de jalar su cabello y sentir como su boca me apretaba y me bañaba de su saliva, no lo podía creer, por fin esa putita estaba frente a mi chupando riquísimo mi verga como tanto me la había imaginado.

Desnudo y completamente caliente, me senté en el sillón para que Alicia me hiciera el mismo trabajo que a mi “compadre” que era como él me decía en ocasiones, Alicia solo se paró y me mostró su cuerpo delicioso, se amarró el cabello moviendo sus tetas, se ensalivo un poco la panocita y se montó sobre mí, metiéndose poco a poco mi verga entre sus intensos sollozos, era tan delicioso sentirla hervir por dentro y escuchar sus gemidos de putita cachonda, su sexo me cubrió delicioso y una vez que tuvo toda mi verga adentro, me apretó la cara entre sus pechos para que se los chupara.

-Que verga tan rica David. –Me dijo mientras se movía suavemente. Yo solo chupaba y mordía sus tetas lamiendo sus pezones morenos, comenzó a moverse mas rudo y a darme esos ricos sentones, sus gemidos y los míos se sincronizaban con unas nalgadas fuertes que yo le provocaba, en ratos, nos callábamos porque notábamos que hacíamos demasiado ruido, y al escuchar los ronquidos de Julio, nuevamente seguíamos cogiendo delicioso.

Luego de unos sentones más, se levantó para colocarse en cuatro sobre el sillón, con sus manos abría sus nalgas para mostrarme ese culo tan diminuto, tan cerrado, verlo me excitaba y me llenaba de degeneración, no tarde en ir hasta sus nalgas para morderlas y acariciarlas, lamía su sexo húmedo y terminaba chupando su culo e introduciendo mi dedo para relajarlo. Alicia gemía como puta y se retorcía de placer hasta que entre gemidos me dijo que no aguantaba más. Me coloqué detrás de ella y fui metiendo mi verga dentro de su ano, al principio parecía que no entraría pero ella abría sus nalgas para que pudiera entrar la puntita, luego un poco mas... la penetraba lento pero con fuerza haciéndola casi gritar a medida que entraba un centímetro más, sus gemidos los ahogaba mordiendo los cojines pero cuando tuvo toda mi verga adentro, no pudo más y exploto entre aullidos y maldiciones.

-Mierda, mierda, me vengo David, me vengo, cógeme fuerte, rómpeme el culo amor…

Me comencé a mover sintiendo como me apretaba delicioso con cada empuje, solo sentía su orgasmo escurrir entre sus piernas temblorosas mojándome los huevos, con eso más me llenaba de fuerza para empujar dentro de su culo, la tome del cabello y la jale hasta mi boca, fue hasta ese momento en que ella me beso lamiéndome como perra los labios, tome sus tetas, las apreté fuerte y ella poco a poco quedaba sin fuerzas.

Se desplomo en el sillón y se hizo un breve silencio, a lo lejos, solo los ronquidos de Julio se escuchaban y luego de recobrar el aliento, Alicia volvió a su posición de perrita para que le siguiera destrozando el ano, la coloqué boca arriba y ella misma tomo sus piernas para mostrarme sus dos deliciosos huecos, primero se la metí por la panocha y luego de dejarme completamente lubricado, nuevamente se la deje ir por el culo, fuertemente se escuchaban mis muslos chocando con sus exquisitas nalgas y mis manos no dejaban de apretar sus pezones hasta que los gemidos se volvieron a hacer deliciosos aullidos.

-Que rica verga David, que deliciosa verga. Métemela bien fuerte que me voy a venir otra vez.

No tuvo que pedírmelo dos veces, me moví más y más fuerte chocándola rápido; escuche como se volvía una puta retorciéndose y gritando de placer, hasta que un chorro caliente salió desde su vagina y me empapo el abdomen y los muslos, yo tape su boca con mi mano para callarla un poco pero también con saña la bombeaba más rápido y salvaje. Ver su gesto de puta y escucharla gemir me hicieron querer reventar mi leche, ella noto que me iba a venir sintiendo pulsar mi verga dentro de su culo y en un movimiento me abrazo muy fuerte.

-Vente en mi culo David, quiero sentirlo lleno de tu leche. –Me dijo bramando y con los ojos en blanco, con gruñidos y toscos gemidos me vine fuerte y abundante dentro de ella. Las contracciones de su culo me sacaron hasta la última gota de semen, solo resoplaba al mismo tiempo que ella respiraba exhausta, me desplome sobre sus tetas y con un beso intenso me quede recobrando el aliento sobre su cuerpo. Los ronquidos seguían fuertes en el cuarto de arriba pero nosotros completamente sudados agradecíamos el profundo sueño de Julio.

Luego de unos minutos, Alicia se levantó, fue hasta la cocina, destapo un par de cervezas para brindar por lo sucedido. Desnudos y ampliamente satisfechos estuvimos un rato en ese sillón, me contó de lo mal atendida que la tenía Julio, y que muchas veces se tocaba porque él siempre quedaba rendido. Me confesó que yo no era el único amigo que se cogía y que incluso se había cogido a uno de sus hermanos, en un momento también lloró un par de lágrimas porque, según ella, Julio no se merecía que le pagara así.

 –Es mi culpa por ser tan puta, es que me encanta coger y cuando conocí a Julio, te juro que cogíamos todos los días, pero ahora, simplemente ya no me da el ancho. Yo sé que él me ama y no anda con otras viejas, pero pobrecito, todo ese amor no le alcanza para tenerme como quiero.

Irónicamente el remordimiento le duro poco, pues cuando menos se dio cuenta, ya nos estábamos besando en la mesa del comedor y luego de un par de caricias una nueva erección me tenía sobre ella penetrándola delicioso y profundo.

Así pasaron los minutos y luego de terminar esa cogida, nos fuimos a dormir cada quien en su cuarto, y bueno, desde esa noche, sigo esperando a que Julio me invite a su casa. Y también, sigo esperando a que él se quede dormido para darme un buen encerrón con su esposa.

 


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