A la Chica de la coleta a un lado

  Hoy toca despedirse y me gustaría hacerte un regalo. Siempre me han gustado las historias de la gente. Me gusta nadar en sus pasados. No por cotilla, no, si no por saber de dónde vienen, entender dónde están y mirar hacia dónde van. Hoy quiero contarte el mío, el que he vivido contigo. Ahí va.   Ayer ¿Te acuerdas cuándo nos vimos por primera vez? Fue en el trabajo, allá por 2015. No sabía que ibas a estar tú. Pensando que era otra compañera, fui a pegarle un susto. ¡Qué vergüenza cuando me di cuenta que no era ella si no la chica más bonita que había visto en mi vida! Después de aquel día no te volví a ver. Trabajabas por la mañana y no coincidíamos. En el Centro hacíamos muchas bromas por lo guapa que me parecías. El tiempo pasó y esas bromas duraron hasta hoy.  El día que volvimos a vernos mi corazón dio un vuelco. Habían pasado 2 años y seguías siendo preciosa. Además, trabajabas por la tarde y tuve la oportunidad de conocerte. Resultaste ser una chica increíble. Conecté muy bien contigo. Me sentía cómodo a tu lado y sin yo saberlo, fue creciendo un sentimiento muy chulo, ahí, en lo profundo. Recuerdo tantas tonterías entre tú y yo. Cuando nos recorrimos el pueblo para tomar un helado con trozos... O cuando estuvimos 2 horas desayunando un café y una tostada, pero lo que más recuerdo, por encima de todo, es cuando nos tocábamos. A veces queriendo y otras sin querer.  En fin. Cuando me di cuenta de lo que me pasaba, de que llegaste y cogiste mi mundo, le diste la vuelta y lo sacudiste, de que lo daría todo por ti, me peleé con el universo al principio. Quería olvidarte, evitar el dolor, pero la vida es de los valientes y es muy corta como para tener miedo. Decidí coger las riendas, sincerarme conmigo mismo y mirar de frente al destino. El resto, aquella llamada de teléfono, ya lo sabes.   Hoy Hoy soy mejor persona. He cambiado mi vida y me siento más feliz. Es verdad que la vida no es de color de rosa y también me entristezco cuando mi imaginación te echa de menos. Siempre construye un lugar donde tú y yo compartimos el mismo camino, pero al final siempre acabo recordándote con cariño. Recuerdo a esa chica de coleta a un lado, de ojos azules, risa fácil, con vaqueros rotos y camiseta de Los Ramones. Cariñosa, divertida, que le encantan los niños y persigue sus sueños. Esa chica a la que le da repelús que le toquen las rodillas o su tobillo roto.   Mañana Y ahora la vida continúa. Brillará de otra forma, con el sol de invierno. A veces tendré que abrigarme porque no me gusta el frío, pero saldré a respirar hondo cuando la mañana esté despejada y seré más capaz de resistir las tormentas y de dormir con la lluvia golpeando en mi ventana. Y llegará el verano dónde el calor me hace crecer y los días son más largos. Seré más valiente y no me pelearé con la vida. Ella y yo nos miraremos y sonreiremos.   Mi regalo Y esta es la historia. Pero no quiero que pienses que en esta historia el protagonista soy yo. Nada más lejos de la realidad. Aquí la protagonista eres tú. Todo lo que he escrito es lo que has provocado siendo quien eres. Pienso que eres alguien por quien merece la pena apostarlo todo, alguien con quien volar a su lado. Alguien capaz de extraer lo mejor de mí. Tú eres todo eso y quiero que lo sepas, que siempre recuerdes que vales mucho, muchísimo. Y este es mi regalo.  No te olvidaré nunca. Menuda tontería sería?