Mientras dabas vueltas al café con la cucharilla, recuerdo de otro tiempo cuando tomabas azúcar, pensabas en tantas cosas que se dijeron, en tantas cosas que se callaron, pensabas en tantas cosas, que no importaba que el café estuviese frio desde hace rato, que el café estuviese amargo o que simplemente no hubiera café, solo recuerdo. Solo recuerdo el momento de un día cualquiera, mientras escribo van viniendo las imágenes todas corriendo, queriendo salir una antes que otra, otra antes que una, no puedo parar de pensar en ese café, reconfortante, caliente, con azúcar y como dicen ahora, con cuerpo envolvente y unas notas amargas pero dulces, fuerte pero suave, sincero pero arrogante, café, café ingrato, café añorado, café no eres el mismo que ayer, has cambiado, evolucionado. Ahora ya no es igual, los vasos son de plástico, también las cucharillas, hasta el recuerdo que antes me hacía feliz, ese recuerdo, ese recuerdo que tenía tan guardado, se va borrando, difuminando, convirtiéndose en humo, como el de un cigarro. ¿Fumas?,
No gracia, lo estoy dejando.
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