Mi cielo y mi infierno

Dicen que cuando vas al cielo, revives el momento más feliz de tu vida, una y otra vez. Mi momento más feliz fue cada uno de los días y todas las noches que pasé a tu lado. Espero que ese sea mi cielo, revivir ese momento, esos días, constante y eternamente. Y volver a disfrutar de ellos cada segundo.

Pasar el resto de mis días besando cada centímetro de tu cuerpo, de tus curvas. Acariciando cada milímetro de tu existencia por el resto de mis días. Como desearía poder hacerlo... Un cielo en el que me cantas y susurras al oído aquella canción. Si, esa canción con la que una vez me consolaste... esa que ahora, al oírla en mi cabeza, solo me desconsuela. Que desgarra mi alma y saca de mis adentros un llanto que no tiene consuelo

...Así, día tras día, siento que mi existencia se ha convertido en mi infierno. Uno que me he ganado, y del que tengo la culpa de haber generado. Un infierno en que siento constantemente como me arrancan un pedazo de mi corazón. En el que duele todo, todos los días. Porque mi infierno es cada segundo que paso sin poder besarte, sin poder abrazarte y sin poder oír tu voz al cantar.

Duele tanto el transcurrir de los días, desde aquel día vivo en mi infierno, y creo que no puede haber un castigo peor que el que estoy sufriendo. Dudo de la existencia de un lugar peor, pues este es mi infierno, yo soy mi infierno...y tú, mi cielo, mi ángel salvador, al que yo mismo he alejado.