Mira como luchan los guerreros valientes. Mira la furia que reluce en su mirada, en cada enfrentamiento, y los recuerdos que esta esconde. Mira como blanden su espada, transformándola en un fugaz centelleo plateado, como si fuera parte de su brazo. Mira la fuerza y decisión que imprimen a todos sus movimientos. Míralos, pero míralos de lejos, y con cuidado, porque con sus espadas brillantes te causarán heridas incurables, y con sus miradas imponentes te dejarán el corazón destrozado. No te enamores de los valientes guerreros. No admires su fuerza, no quieras ser como ellos. Porque no sabes lo que se esconde tras sus pupilas ardientes, ni entre los recovecos de su alma desgarrada. No sabes de los recuerdos, del sufrimiento, tú no sabes nada. Así que deja a los guerreros luchar, y tan solo recuerda: nunca te pongas en medio.
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