En Nüremberg se ventilaron parcialmente los crímenes de guerra, pero por motivos totalmente políticos se disminuyó la importancia de la Farben y se la trata como una especie de pequeña química cuando en realidad era una gigantesca empresa de la cual dependía toda la industria petrolera de Alemania, y parte de la estadounidense. Es decir, tenían un método o procedimiento inventado por el premio Nobel Frederick Bergius que les permitía obtener del carbón, petróleo.
De ahí la importancia de este sistema. Es lo que se conoce como “combustibles sintéticos” o “petróleo sintético”. A los empresarios del Big Oil estadounidense el procedimiento les permitía además, obtener más nafta del petróleo, asunto de importancia extrema para ellos. El New York Times consideraba a Bergius como “la piedra basal de la economía mundial”.
Alemania no tenía una gota de petróleo, a excepción de un puñado de pozos en el norte.
Era, un país que creía en la expansión mundial (Weltpolitik) como uno de los elementos básicos, pero no tenía petróleo. Entonces, la IG Farben se transforma en una industria básica, madre de todas las industrias.
Ahora bien, esta fue fundada antes de la llegada de Hitler al poder, ya que se crea en 1926 y la mayoría de los capitales son norteamericanos.
El vínculo entre EEUU y Alemania es directo, ya que el capital es norteamericano.
¿Quiénes estaban comprando acciones? Walter C. Teagle, presidente de la Standard Oil of New Jersey, Henry Ford, Charles E. Mitchell, director del National City Bank, etc. Es decir, el capital de esa empresa que era un monopolio en Alemania corresponde en un 60 % a Estados Unidos de América. Se le achaca a esta empresa fabricar el célebre gas "Zyklon B", utilizado para asesinar en los campos de exterminio, pero esta “actividad comercial” representaba un porcentaje insignificante dentro de la facturación de la Farben. Era un raticida e insecticida de uso general en cuarteles para desinfección.
¿Por qué en Alemania y no en Estados Unidos si los capitales son norteamericanos?
La Farben funcionaba tanto en Estados Unidos como en Alemania, aunque con nombres diferentes a través del tiempo. Comenzaron como Compañía Alemana de Anilinas, variando luego de acuerdo a las necesidades sociopolíticas y económicas del momento, sólo que en Alemania era monopólica.
Los americanos invierten porque tienen el monopolio de petróleo dentro de Alemania. A posteriori convencen a Hitler de la necesidad de seguir fabricando petróleo sintético y consiguen que este le otorgue una subvención de 400 millones de marcos oro, que es una fortuna inconmensurable, por la diferencia del costo de fabricarlo a partir del carbón —que es más caro— que comprarlo en cualquier otro lado. La intención de los alemanes en ese momento era la autarquía como elemento básico de la economía para no depender de nadie.
Dentro de este contexto, la Standard Oil compra las posesiones petroleras que la familia Nobel (la del premio) había obtenido del Zar Nicolás II. Abarcaba virtualmente todos los pozos caucásicos. Como habían sido expropiadas por los soviéticos, los títulos de los Nobel eran papel mojado.
Ahora bien, si los soviéticos eran desalojados del poder, un grupo muy pequeño de empresarios americanos y alemanes manejarían virtualmente el 80% de las reservas petroleras conocidas, en feroz monopolio.
Dentro de un extenso plan, la Standard Oil adquirió los derechos antes mencionados de los Nobel en 6.000.000 de dólares.
Entonces, a partir de un momento determinado, comienzan las presiones de todos los socios de la Farben para, ya no solamente controlar todo el petróleo de Europa, de los países ocupados, si no avanzar hasta la Unión Soviética, para dirigirse luego hacia Irán, donde se encontraba la enorme refinería británica de Abadán, el Talón de Aquiles de la flota del Reino Unido.
Esto significaba avanzar hacia Oriente. De hecho, militarmente se conformó una invasión por el norte de África con el famoso “Áfrika Korps” comandado por Rommel.
Se hace de tal forma una enorme "pinza" para llegar hasta Irán. Por Europa y Asia avanzarían los grupos de ejércitos alemanes más fuertes, ya que estaban en relación con las fuerzas que se les oponían. Por el norte de África, Rommel debía tomar primero la base británica de Alejandría y luego, como final de macabro juego, la pinza se cerraría en la mítica Abadán iraní.
Así las cosas, al ciudadano común no demasiado versado en cuestiones de la Segunda Guerra le cuesta comprender la dispersión de ejércitos y armadas por todo el mundo, pero el objetivo final de todo esto era el dominio de todo el petróleo europeo, mineral y sintético, junto al caucásico y todo Medio Oriente. Para ello debió avanzarse por tres continentes.
La resistencia del pueblo soviético en Stalingrado frenó el mayor plan económico militar de la historia mundial, y la aventura arrastró a Hitler a la derrota.
¿Qué pasó con la IG Farben después de 1945?
En realidad, a la IG Farben no le pasó absolutamente nada. Se los perdonó a todos, salvo pequeñísimas excepciones. Incluso con todos los crímenes cometidos y se la divide, en las compañías principales que le dieron origen. Es decir, la Basf, la Bayer, Hoechst y otras compañías más pequeñas (Degussa, Casella) que en sí conformaron la primitiva Farben.
Hubo una especie de reescritura de la historia después de terminada la Segunda Guerra Mundial.
La Guerra Fría obliga a reescribir la historia, es más, se borra cualquier tipo de persecución hacia los nazis, se los protege en todos lados. Las Naciones Unidas prohíben que se mencione o extradite a los criminales croatas en el año 47, se los considera "luchadores por la libertad". La versión de la historia que nosotros conocemos no tiene ningún tipo de asidero material, es decir, es una versión hecha por Estados Unidos para consumo nuestro.
El delegado norteamericano al referirse a la propuesta yugoslava tendiente a obtener que los países miembros entregaran los “criminales de guerra”, expresó que dicha propuesta trata de lograr de las potencias occidentales la entrega de “disidentes políticos” antes que de los criminales de guerra, y sostuvo que la aprobación de la misma entrañaría “una gran injusticia”.
El sentimiento unánime de las potencias occidentales, es oponerse a las pretensiones del bloque soviético. Lo contrario significaría favorecer la persecución política y prestarse, antes que al castigo de los crímenes de guerra, a la eliminación de hombres e ideas que se oponen al avasallamiento soviético de sus respectivos países”. Vemos en este extracto que está todo dicho. Nada de persecuciones a quienes se habían opuesto a los comunistas, y esto incluía por supuesto a los nazis. Luego todo se agrava por el "macarthismo".
Mientras, del lado soviético escribieron otra historia, por supuesto, no es que hay una sola versión.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales