El mejor amigo de mi hijo parte 2 ACMA

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Me dejé llevar, pero no deseaba cooperar con él, no quería parecer una putita. Me empezó a dar besos en lo labios y no pude resistirlo; empecé a besarlo. Dios mío, besaba tan rico, que quería comerme a ese niño!

De pronto me deja de besar y veo como me voltea y me sube en la mesa de la cocina, no tenía ni idea de lo que iba a hacer pero vi que empezó a acercar su rostro a mi vagina y pensé - nunca me han hecho un oral! ¿qué hago? - y como cualquier puta, deje que me hiciera lo que él quisiera. Fue el mejor momento que había tenido en toda mi vida, su lengua jugaba con mi sexo de tal manera que me retorcía de pura excitación.

Con sus manos empezó a tocarme mis pezones y de vez en cuando me metía un dedo en mi boca que no dudaba en tragármelo. No se ni cuánto tiempo duramos, perdí la noción del tiempo; sólo me dejaba llevar y hacia todo lo que me decía con su cuerpo.

Cuando dejó de juguetear con mi sexo se acerco a darme un delicioso beso, su cara estaba empapada de mis fluidos y a él le encantaba, parecía que me gustaba tenerme a su gusto, parecía que quería saborear todo lo que mi ser le puede dar a alguien, quería conocer todo de mi. Me acostó sobre la alfombra de la sala y sin esperar más se quitó su slip blanco. Que sorpresa! era una polla hermosa (estaba circuncidado), tenia un poco de vello, un glande rojo de lo caliente y ligeramente apuntando hacia arriba, y tenia unos huevos que uf!, parecían pelotas de tenis; me encantaban! estaba que explotaba de la excitación.

Pensé que me dejaría jugar un poco con su hermosa verga pero se coloco en posición de cogerme pero no me la metía (ya la quería sentir dentro de mi), me daba besos apasionados y su glande pegaba con la entrada de mi vagina con movimientos como si me estuviera cogiendo, solo estaba molestando mi sexo con su glande. Mi vagina no aguantaba más y el seguía sin metérmela, tuve que rogarle.

- Mmm quiero que me penetres ya! – le grité.

- Jaja eres mas puta de lo que pensé!

Y alejaba su polla de mi haciendo que la deseara más y más!.

- Por favor Danielito, te lo ruego, métemela ya.

Su olor joven y sus besos me hacían quererlo más y más.

- Ruégame, hermosa o no te doy nada!

Le suplicaba que me la metiera, ya no me importaba que pensara de mi, agarraba sus nalgas tratando de hacerle entender que lo quería adentro! No aguantaba la excitación cuando paso el momento mas excitante de mi vida (y créanme que no estoy exagerando), ver como la punta de su polla estaba en la entrada de mi ser, hasta ser uno mismo... no pude aguantar esa escena y me vine al instante como nunca en mi vida, manchando esa pene aún joven y potente con mis fluidos. Al ver esto, Daniel se empezó a reír y me la saco, él veía escurrir de tu pene mis fluidos vaginales. Que vacío tan angustiante estar en pleno orgasmo y ya no poder sentir la herramienta del hombre que te causó ese orgasmo; le rogué, imploré que me la volviera a meter porque estaba en mi pleno orgasmo! Me miró con una cara de chico malo, me beso el cuello y me la volvió a meter de un solo golpe, en plena contracción de mi orgasmo. Dios, de solo acordarme me vuelvo a mojar... fue y será el mejor orgasmo de toda mi vida.

- Jajaja ¿tan caliente te he puesto?... solo una penetración y me mojas con tu orgasmo. Nunca pensé que disfrutaras tanto la verga.

Cuando me empezó a decir esas cosas ya estaba igual de prendida que antes. Me tenia entre sus brazo y su polla entraba con mucha virilidad en mi vagina, sentía que me iba a desmayar de la excitación... sus ojos, sus firmes nalgas, su olor y sus brazos de hombre: sentía que ya pertenecía a otro hombre, mas fuerte y viril como nunca antes .

Parecía un experto, hacia movimientos que rozaban toda mi vagina, hasta mis trompas de falopio, mojándolas con su pre eyaculación, con su lubricante natural, estaba donde mi esposo no podía llegar, tan cerca de donde mi hijo, su amigo, alguna vez estuvo…

No sabía cuanto tiempo había pasado pero no quería que acabara. Empecé a sentir como me empezaba a penetrar mas fuerte! sabía que el estaba a punto de venirse, no podía venirse en mí! estaba muy dentro de mi, así que trate de cerrar mis piernas un poco para evitar que eyaculara directo en mis trompas de falopio.

Daniel-Ni creas que lo voy a sacar... te voy a dar toda mi leche, perrita! te voy a llenar todo y lo vas a escurrir! ahh!! ah!

Me agarro de las manos dejándome inmóvil, abrió sus piernas y con ellas se abrieron más las mías para que su penetrada fuera mayor y su ser quedara en lo mas profundo de mi, mientras me daba unos deliciosos besos y sentía su hermosa piel sudada en mi vientre que estaba a punto de sentir su ser. Empecé a sentir y a ver como se empezaba a contraer y como aún era joven, podía apreciar su cara de dolor y placer por la tremenda venida que me estaba dando. No aguanté ver como el mejor amigo de mi hijo me llenaba de sus esperma y mientras él se corría, yo ya le estaba dando mi orgasmo! y empecé a gritar como una hembra en celo, haciendo que su venida fuera mas duradera y me llenara todo mi vientre de su hermoso ser... Me volvia loca!

Nos quedamos un rato en silencio, sudados, suspirando y amándonos; me dio un beso en la frente y se separó de mi lentamente; se paró y se empezó a vestir. Me dijo que iba a ver a unos amigos y no sabría cuánto iba a tardar, pero, antes de irse agarro una cobija del cuarto de mi hijo y me la puso encima con un beso en la mejilla (como agradecimiento) no sabía a que hora regresaría pero no mencionó nada mas, se vistió (fue hermoso ver como se vestía, aún con su sudor y el mio), agarró las llaves de la casa para cuando volviera posiblemente en la noche y vi como salia mi hombre de la puerta dejándome tirada y sin poder mover ningún músculo de los tremendos orgasmos que había tenido. Aunque me sentía una perra sucia, de solo acordarme de lo sucedido me hacía olvidar todo y de quererlo más por sus actos descuidados y puros que un joven aún tiene.

No quería sacar su semen de mi, quería sentir como resbalaba entre mis piernas y como se quedaba gran parte de él en mi... lo quería sentir por siempre!

Pasaron como 30 minutos y yo aun seguía pensando en él. Escuché como alguien abría la puerta de mi casa. Correr, era inutil, seguía desnuda, llena de semen.

La puerta se abrió, me quedé sin palabras...

seguirá el relato 3...

 


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