UN PROBLEMA DE IDENTIDAD 2
Por franciscomiralles
Enviado el 21/01/2018, clasificado en Cuentos
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Felipe que se sentía totalmente esrupefacto al ver que no cuajaba con nadie, fue a refugiarse en
un tío suyo que le merecía cierta confianza.
-Chico, no te extrañes de que la gente se aparte de tí, porque tú no sales de tu agujero como si
fueras un topo - le dijo su tío con franqueza-. Tienes que aprender a respetar las aficiones de tus
semejantes. Y en cuanto al dinero que te puedas gastar, es como un pasaporte que lo utilizas
para algo, porque al final lo que cuenta es que tú te abras al mundo.
- Es que no veo nada que me llame especialmente la atención - respondió Felipe.
- Si eres incapaz de sentir ninguna atracción por nada, es que tienes un problema de identidad.
De autoestima. Y eso te puede llevar a una depresión. Pues el deporte, los espectáculos, o una
buena conversación con alguien forman parte de la cultura que emana de la idiosincrasia de
nuestra sociedad, a la que tú te tienes que volcar para poder vivir.
- Pues juraría que hay mucha gente como yo - replicó Felipe.
- Por desgracia sí. Y por eso hay tanta sensación de soledad. Sobre todo en las grandes ciudades.
-La verdad es que siento un vago malestar, y no sé bien el por qué.
- Pues pregúntate el por qué, y cuando tengas una respuesta trata de buscar una solución.
Sabiendo lo que no te gusta, ésto es un punto de partida hacia lo que te puede interesar. Del no
se va al sí. Piensa. ¿Cuál es tu escala de valores? ¿Hacia qué lado se inclina tu más íntima manera
de ser? ¿Qué clase de persona eres? Y cuando encuentres tu verdadera inclinación personal,
actúa en consecuencia.
Mas ¿sabría Felipe sacudirse la apatía de encima después de haberla cultivado toda su vida, y
que él le había atribuido la virtud de practicidad?
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