La carrera de su vida (1 parte)

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La media maratón “ciudad de Ayamonte” era uno de los objetivo de Alejo. Se celebra todos los años a últimos de enero. Más conocida como “Virgen de las Angustias” una de las más antigua de Andalucía y de España. Esta competición por ser unas de las más antiguas del País ha atraído a Ayamonte a los/las mejores corredores de España y de otros sitios, hasta transformarse en uno de los eventos más atractivos, a nivel internacional.

La carrera se inicia en el estadio Blas Infante de la ciudad de Ayamonte, serpenteaba por las espectaculares calles de adoquines de la ciudad a lo largo de veintiún mil novecientos metros, y terminando en el mismo estadio Blas Infante. Era una agotadora prueba de resistencia. Se rumoreaba que los corredores más acostumbrados al calor, solían ganar con más facilidad que los corredores acostumbrado al tiempo fresco. Aunque la mayoría de los corredores solían coronar la carrera  en poco menos de una hora y diez minutos.

-voy a terminar la carrera en menos de una hora- dijo Alejo-. Entonces, el cabecilla del barrio y sus dos subordinados come-pelotas, comentaron con tono de superioridad que si concluía la carrera en menos de una hora, le adjudicaría un estipendio anual de por vida.

-eres la persona más alucinante que conozco amigo Alejo –dijo Juani- ¿por eso te has sacrificado tanto y corres distancias tan largas todos los santos días? ¿Piensas que puedes ganar esta carrera?Alejo sonrió y se encogió de hombro tímidamente. –sueño con ganar esta carrera y taparle la asquerosa boca a todos estos cretinos, que por tierra me han tirado durante toda la vida. Sólo hay una cosa que me motiva ¡ser libre e independiente! De estos estúpidos.

El ambiente se estaba poniendo tan a su favor, que Alejo tuvo la sensación de que le acariciaba la piel cuando salió de casa. El día entero parecía gozar de la plena juventud, y el rio Guadiana vibraba a su alrededor. Juani preparo su Citroën Picasso para ese día tan importante, el Citroën parecía una ¡cabalgata!

Alejo se sentó en el asiento de delante del coche de Juani. Juani, le tenía pechugas de diversas clases de aves asadas con sabrosos condimentos, pan, melón fresco, manzana con leche condesada y un licor especial con cafeína.

Cuando llegaron al estadio Blas Infante, Alejo estaba calentando y desde las gradas oía unos gritos de ánimo -¡eso sí que es extraño! En toda mi vida nadie ha desaprovechado la oportunidad de alagarme. Necesitare a personas que sepan hacer grandes cosas y no lamerme el culo-. Juani volcaba todas sus energías en su amigo Alejo. Conociendo su historia, Juani sabía que detrás del rostro hermoso y el cuerpo atlético se escondía un niño sin amigos que buscaba el afecto humano para borrar atroces recuerdos.

Manteniendo la mente en blanco y conservando la serenidad mediante la oración:

Madre naturaleza, hazme volar hoy seguro de mis pies.

Haz que mi pecho sea un fuelle infalible,

mis piernas como un árbol joven, fuerte y flexible.

Mantén mi mente despejada y mis sentidos aguzados,

con mis ojos siempre fijos en Ti

Se coloco en el último puesto de la salida, allí estaba con unas cal zonas azul oscuro y una camisa de lino del mismo color que el pantalón, unas ligeras zapatillas Asics para correr y una gorra antigua, deshilachada. Se coloco en el calcetín un amuleto “Elefante” encerrado en un paño que le había regalado Juani hacía mucho tiempo. Entonces ya estaba, listo y preparado.

Alejo sonrió y tocó inquisitivamente el amuleto “Elefante” que permanecía en el calcetín. –Mi amuleto de la buena suerte –dijo Alejo- de mi querida amiga. Repitió la oración una y otra vez, con los ojos cerrados, la mañana le sonreía. Desde donde estaba, sólo podía percibirse el movimiento de los corredores de delante, pero sabía por experiencia que algunos pasarían para ocupar la primera fila, peleándose y empujándose, sin preocuparse de quien lo hacía. Por ese motivo, aguardo al fondo con desdeñosa paciencia, mientras ola tras ola de corredores pasaban ante él, abrumándolo con su alboroto.

Pero finalmente echó a correr. La carrera “Virgen De Las Angustias” había comenzado, y él estaba en la cola de una larga serpiente humana.


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