Que parece una tontería, pero el tiempo cura

¿Quién decía que no podía? Y ya va un año de tu partida, nuestra partida. Largo tiempo atrás pensé que nunca volvería a escribir unas líneas sobre esto sintiéndome feliz. El principio fue amargo y duro, viví una constante angustia por querer escribirte. Es sorprendente que aún te recuerde y piense en hacerlo pero, ambos estamos mejor así, cada uno por su lado, sin nada que pueda hacernos daño. También a veces pienso en verte, en cómo sería nuestra reacción al tenernos tan cerca pero es un gran error del pasado que no volveré a cometer, al menos no voluntariamente. No fui capaz de borrar tus redes sociales, pero sí tus fotos, mensajes y tu sabor en mi piel. Que daño nos hicimos a pesar de poder haber sido un puro éxtasis, no nos entendimos, ni allí, ni aquí, ni allá. Después de todo espero que te vaya bien y que hayas aprendido a usar las palabras correctas en el momento adecuado, al igual que yo he aprendido a controlar mi voz y mis sentimientos. Si en algún momento, en cualquier lugar y por cualquier motivo el mundo tuviera la jodida idea de juntarnos en un mismo sitio, mira lo que has perdido con dignidad y haz que te mire con la misma. Luego sigue bailando sin decir nada y yo sabré que ambos, estamos bien.