Le llamaban el Yuro. Era un hombre joven, un campesino bruto. Pero tenia un don. Podia llamar toda clase de pajaros con su silbido, y cuando estaba lleno su rincon de pajarillos les daba muerte con sus manos, desfigurado el rostro.
Una noche se le aparecio la Virgen que le decia que era malo lo que hacia. Pero no cambio y esa misma madrugada de puso a silbar llamando a sus victimas. Estas llegaron en gran numero y cuando se disponia a matarlas, las aves lo atacaron a una, y, como eran cientos lo dejaron muy lastimado.
Desde entonces se dice que perdio su don. Pero ahora canta canciones religiosas a la Madre Divina, en el fondo, no es mas que un pobre de espiritu, no es lo que se llama un hombre malo. Pero familiares y amigos lo vigilan...por las dudas ya que hay muchos niños y el lugar es solitario y agreste.
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