Era una foto en la pared, un instante de la vida. Una foto en la pared, sin marco ni nada. Una chincheta clavada, justo al filo para no dañarla, solo sujetarla. Era una foto en la pared, un instante de la vida, una ventana abierta, donde poder asomarte.
Parece que esté ahí, mirándote para decirte algo. Hoy no has hecho la cama, tienes que venir a ayudarme, ya no se oye tu risa, nunca me cansare de esperarte.
Era una foto en la pared, un instante de la vida que se fue sin decir adiós. Sin un beso de despedida.
No me voy para quedarme, solo será un momento, volveré un poco más tarde.
Me quedé solo con el recuerdo, sentados en las mecedoras, solos los dos, mirando su foto en la pared clavada. Sujetándonos las manos, sin decirnos nada. Solo mirando por la ventana, abierta a la esperanza. Un día volverá y el recuerdo tendrá que marcharse.
Acaso si no volvieras, seria yo, quien iría a buscarte.
Arregla tu habitación, baja el toldo para que no entre tanto sol y espérame, que si no vuelves ya iré yo. No me llevare nada, solo lo indispensable, las gafas de lectura, un libro y algo para ponerme en domingo.
Era una foto en la pared, un instante de una vida que se fue sin decir nada, ni siquiera adiós con la mirada.,
Me quedo en la mecedora, mirando esa pared que tengo en frente, llena de cuadros y de platos, recuerdos por todas partes, ventanas abiertas para poder asomarme.
Espero que estés bien, yo aquí sigo, esperándote.
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