Se hacia llamar chaman, curandero y vidente, decia estar en contacto con sus ancestros y descender de los Lencas. Pero no era mas que un impostor, un hombre no solo malo sino malvado. Vivia en las selvas de america central, y a veces se asentaba cerca de un poblado.
Practicaba la medicina popular, pero sus pacientes o morian o se agrababan seriamente. La gente, la pobre gente sin medicinas ni atencion de ningun tipo, gente piadosa e ignorante, de fines del siglo pasado, tenian por el un gran aprecio y respeto, a pesar que les quitaba sus bienes y hasta el ultimo peso.
El asunto se puso grave cuando efectuo abortos usando yerbas y venenos. El caso fue que algunas mujeres murieron con estas practicas y tuvo que declarar en la judicatura, pero no paso de eso porque los testigos tenian miedo de sus maldiciones, conjuros con calaveras y velones y todo su sordido ambiente.
Luego otras personas empezaron a morir producto de confrontarlo. El usaba una mirada hipnotica y tambien cerbatanas infectadas. Todo en el era anormal. Fluerte, de baja estatura y piel amarilla, ojos diminutos y penetrantes, frente estrecha y voz aguda, despidiendo un hedor a dolores ajenos.
Tomo finalmente el caso el sargento Ramirez, quien comprobo aparte de los abortos ilegales, una larga lista de abusos sexuales. Como no tenia testigos y el caso se agrababa cada vez mas decidio matarlo, aunque el mismo resultara inculpado.
Fue lo que hizo una madrugada. Lo encontro entonando palabras ininteligibles, conjurando poderes malignos y demonios, vestido con pieles de serpientes. No se amilano y evitando su maligna mirada le deserrajo tres balazos. El brujo no murio sino que invocando la santa muerte disparo un dardo letal con su cerbatana. Ambos quedaron agonicos en la choza en medio de la selva.
Los pobladores de la aldea cercana decidieron irse lo mas lejos del lugar, mas temerosos aun que el brujo muerto les causara mayores males.
Asi que quedaron los dos cuerpos insepultos, mudos testigos de la lucha ancestral entre el bien y el mal.
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