MÚSICOS Y POETAS

A dos pasos de mi casa vive una pareja compuesta por una inteligente guionista de películas, y un

músico con un aire un tanto bohemio con el que he hablado varias veces.

Y al parecer el músico en cuestión para poder subsistir se dedicaba también a vender objetos de

Anticuario en un Mercadillo; aunque de vez en cuando iba a tocar el saxofón con un grupo a algún

local de la ciudad.

Según he podido saber esta alternancia profesional de dicho vecino - la práctica y la artística- es

la misma que siguen muchos otros músicos en mi país. Pues en él lo corriente es que cuando a un

artísta sea de la índole que sea se le pregunta a qué se dedica, y éste responde que músico, etc

todo el mundo hace una expresión de desencanto y dicen: "Ah; bueno... Pero ¿cual es tu

ocupación de verdad?" Porque mucha gente considera que el Arte es algo accesorio; un

pasatiempo sin ningún valor como quien juega a los dados, a menos que el artista ésté bien

situado en la  palestra, y  cobre un buen sueldo.

Tanto es así que muchos buenos músicos no tan sólo no se pueden ganar la vida con su arte, sino

que además tienen dificultades para actuar en conciertos, e incluso tienen que pagar de su bolsillo

por tocar en ciertos locales.

En cambio en otros lugares del globo sucede todo lo contrario. Por ejemplo en Nueva Orleans

(Norteamérica) así como en otros países de Europa el músico goza de prestigio, y puede vivir

de sus composiciones.

Otro tanto podríamos decir de los poetas. Los poetas que yo conozco personalmente son unas

personas bastante sensibles algunos de los cuales rozan el misticismo. Recuerdo que en una

ocasión en el Club Naútico al que pertenezco se celebró un recital de poesía a cargo de un poeta

que al igual que sus padres es maestro de escuela, pero que cuando su progenitor supo que su

hijo hacía poemas tuvo un altercado con él, porque le pareció que el chico se apartaba del mismo

concepto práctico en el que el viejo maestro se apoyaba.

El recital de poesía estaba acompañado por la música de un órgano, ya que la poesía y la música

van emparentadas debido a que la cadencia de la palabra, la melodía emanan de la misma fuente

sensible del ser humano desde tiempos inmemoriales. De ahí surgió en el siglo Xll en el Mediodía

francés el movimiento de los trovadores que surgían de verdaderas escuelas donde se componían

las canciones que enamoraban a las reinas y princesas de aquellos tiempos, y que dieron lugar

al amor cortés que todavía hoy en día seguimos practicando, y cuyos cantoatores actuales son

asimismo  herederos de aquellos enamoradizos intérpretes.

A aquel recital de poesía acudió bastante gente, y al terminar a mi amigo poeta le compraron el

libro que había publicado. ¿Es que acaso el poeta había tenido un éxito arrollador? Puede ser. Pero

el caso es que se le aplaudió más por simpatía personal que por su obra. Pues mi amigo fue a otro

Club de una población cercana a promocionar su obra, y luego me confesó que nadie en aquel

sitio le había comprado ningún libro.

Simultáneamente conozco a otro poeta al que le comenté una novela muy romántica que había

hecho en la tertulia literaria del Club Náutico, el cual a su vez presentó un estupendo libro de

poemas en el Salón de Actos de la Bibilioteca Municipal del pueblo en el que resido y... nadie fue

a escucharle excepto yo y alguién más. A pesar de ello el poeta que ansiaba ser ovacionado como

fuese, leyó algunos de sus poemas.

No tengo ninguna duda que en la sociedad existe un problema de base que es una extrema

rudeza de ánimo que va a ras de tierra que desprecia a la cultura humanista en aras de una

malentendida practicidad mterialista, y en consecuencia apenas se sabe escuchar ni conversar.

Se es útil para algo, o no se es, y el factor humano con todo lo que comporta no se le tiene

demasiado en cuenta. Curiosamente esta es la queja de muchos intelectuales de primer orden y

de diferentes ramas.

Pero también hay que subrrayar que si bien es necesario en las escuelas se estimule a los

alumnos su lado más creativo y sensible con la música, y la poesía, así como también a razonar

al amparo de la tradición filosófica puesta al día, no es menos cierto que los músicos compongan

canciones cuyas vibraciones melódicas y rítmicas enganchen con la sensibilidad de la población.

En años anteriores la sociedad que tenía expectativas de futuro creaba unas canciones, una

música que invitaban a ser tatareadas por todo el mundo, y a bailar. Pues la música es un reflejo

del sentir de una colectividad, y hoy en día esta espontánea alegría musical no se percibe, por

mucha tecnología que haya.

Respecto a la poesía es bueno que sea clara y sincera, como sé que la hay, para que cale en el

público que no tiene una sensibilidad lo suficientemente sutil para captar el veleidoso mensaje que

se le quiere transmitir, puesto que muchas "vacas sagradas" de estos seguidores de Homero son

demasiado crípticos, o enigmáticos en sus creaciones y sólo son valorados por algunos

especialistas de su entorno, o por la publicidad oficicial, pero que se distancian del público en

general.

A pesar de las dificultades en las que se ven los músicos y poetas, yo siempre les apoyaré

incondicionalmente por lo que representan en el devenir humano.