Cuando llegue a casa, mi hermano había limpiado, estaba todo inmaculado, desde luego que esa semana le tocaba a él hacer la limpieza. Antes de entrar en la casa me acerque a ver la yegua “Leti”. Estaba mejorando significativamente cada día ya se levantaba en vez en cuando, andaba un poco, recorriendo la valla de la casa, marcando territorio, y se volvía a su cobijo, estaba la mar de bien.
Entré en casa y allí se encontraba Beni en el sofá tumbado. Me aproximé y me senté a su lado <<que pasa tío, has limpiado hoy…>> <<si, pues no ve…como está todo…te he reconoció nada más he escuchado un ruidito fuera ¿Cómo te ha ido la mañana?>> <<bien…he estado en donde te dije ayer y nada…bien…bien, he salido de la comandancia de la guardia civil muy contenta, mañana vienen ellos para ver en las condiciones que esta la yegua y nada…todo bien. Ah he visto a tu otra hermana>> << ¿a Fátima?>> <<si, pero no he querido molestarla, estaba en la puerta del estanco hablando con varias personas y no he querido entrometerme…sabes, se le veía con muy buen aspecto, yo me alegro que este mejor de lo suyo, además ella es muy sociable y se siente bien contando sus cosas, eso le ayuda…todos no somos iguales>> me levanté, mientras me hacia un té de manzanilla y cogía unos cuantos paquetes de fruto secos. Mi hermano hablaba <<ya…ya…el otro día me mando un whatsapp>> <<un qué>> le interrumpí <<un mensaje telefónico ¡querida! ¡Antigua!>> <<aaaah>> <<nada que te decía que me mando un mensaje con una foto incorporada donde se veía un inmenso gimnasio por dentro y por fuera, por lo visto ha hecho obra en su espectacular casa y ha construido un gimnasio monstruoso imponente>> dijo Beni, abriendo la boca cuando vocalizaba la última palabra de la frase. <<si eso le hace redescubrirse o que la redescubran, todavía más>> me entro la risa floja, mi hermano me miro y me dijo <<imaginas que no la redescubran o que no se redescubra a ella misma, que va hacer lo próximo; un guadalpark con toboganes gordos para que la vean de lejos>> dijo riéndose, con el cachondeito <<he tío no empiece con el cachondeo, que después pasa las cosas que pasa>> dije secamente <<si has empezado tuuuuuú con el numerito de la redes-cubrición de los cojones>> dijo el jodido sin ambages. Se produjo un silencio agradable, se escuchaba los pájaros, el viento soplaba, el toldo de fuera sonaba, el gorrión piaba en la ventana. Con la taza de té entre las manos y un puñado de almendras le dije a mi hermano con la boca abierta <<que era eso, que me tenias que comentar, de no sé qué de una reunión, para el fin de semana>> le dije <<creía que habías olvidado lo de la reunión>> <<estoy un poco loca, pero eso no significa que haya perdido la memoria ¡no te equivoques! ¡Orejón!>> bromeaba con mi hermano. Sin razón aparente nos contemplamos en silencio por unos instantes, y yo aposté a que Beni, como siempre, se reiría tímidamente. No sé por qué, pero le abracé. A fin de cuentas era el único consuelo que tenia y por ende a veces me salía la vena tierna y armoniosa.
Mi hermano es una persona tímida. siente incomodidad y aprehensión al acercase a otras personas y por esto le genera una enorme ansiedad. Así que, me ha pedido que le acompañe a una cena donde hay una muchacha que le gusta y no se atreve ir solo (todo esto me parece muy raro y extraño, pero es lo que hay. Para eso estamos. Cada uno con su cosa). Le di un cariñoso coscorrón en la nuca, mientras estaba tumbado en el sofá. Me fui a la ducha tarareando una canción: pasa el tiempo lento en el campo/y yo sigo buscando esa rana para mí. /entre tanto sapo verde en el fango le dije: /qué bonita estás esta mañana/tus ojos se me clavan como espadas. /coge el embrujo de la madrugada/vive en mi cabaña hecha de ramas. Del gran Miguel
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