Ahí estuvo todo el tiempo, no lo quise ver, me hiciste tocar de nuevo las estrellas, las tuve al alcance de mis manos, hace mucho mi corazón no latía así, estuve por entregarte todo...pero algo me decía que no debía... Bien dicen que la intuición en las mujeres es un don; tenías asuntos sin resolver, asuntos de un alma acostumbrada a controlarse, a medirse, a no entregarse por completo... Tal vez yo no fui lo suficiente, tal vez fue solo un pretexto o tal vez tuve frente a mi a alguien cuyos preceptos eran sólidos como el acero mas duro. Mi corazón sufre, pero sobreviviré.
Me quedo con los buenos momentos, con tus dulces palabras, con tus besos reprimidos de los que solo pude ver la punta del iceberg. Gracias por tu ayuda, tu compañía, tus relatos, por tus respuestas y por las palabras adecuadas en el momento perfecto, jámas las olvidaré.
Gracias porque hasta en el último momento tu gratitud fue completa y fuiste todo un caballero. Gracias por tu franqueza y por mostrarme tus debilidades, gracias por hacerme sentir única en el mundo.Gracias, gracias, gracias.
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