En las aulas escolares se rumoreaba que Estefania estaba poseida por un demonio. Siempre quitada de bulla, alumna ejemplar, piadosa en un colegio de monjas nadie explicaba su conducta bizarra, extraviada y procaz. Menos que su hospitalizacion se debiera a una enfermedad nerviosa, histeria, psicosis, o lo que fuera.
El unico que mantenia contacto con ella era el Diacono. Su familia horrorizada por los estigmas y habla ventral, queria mantenerse lejos de ella.
Con el Diacono, un joven idealista, mantenia una relacion del todo diferente, era codial, sonreia, y le contaba sucesos de su infancia. Asi el joven comenzo a enamorarse de ella, y esto surgio por un erotismo soterrado de buscaba huir de confesionarios y rogativas.
Pero un dia, gracias a esta misma mejoria dieron de alta a Estefania que partio corriendo a los brazos de su redentor.
En la familia no miraban con buenos ojos una relacion asi, pero esto mismo la habia sacado no solo de la clinica, sino que los habia librado de un Exorcismo, tan temido como odiado.
El primer encuentro intimo entre ambos sellaria, no un caso de posesion o histeria, sino simplemente de represion puesta en contra del deseo natural de simplemente vivir.
Nota. Este relato esta tomado del album familiar de mi esposa.
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