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MUCHOS ANIMALES, MUCHOS MALES
Por Manuela Burgos
Enviado el 21/04/2018, clasificado en Reflexiones
954 visitas
En un bosque muy alejado de todo, se reunieron 15 animales, la mayoría jóvenes representantes de algunas regiones del territorio Latino,para debatir entre si sobre la misteriosa pregunta de ¿cómo es el animal latinoamericano?
El líder del debate era ya un anciano guacamayo colombiano, que inició diciendo:
-Buenos días jóvenes entusiastas, estamos aquí para saber su respuesta de ¿cómo es el animal latinoamericano? Cada comentario será respetado. Daré mi opinión y conclusión al final de este encuentro.
¿Quién quiere iniciar?
El águila de México alzó su ala de primero y dijo:
-Según mi visión, el animal latinoamericano es oprimido por si mismo, no se siente capaz de algo grande y se esconde de los problemas.
El pájaro campana de Paraguay se alzó y gritó calmado:
-NO ES ASÍ. No se esconde de los problemas, por el contrario, los enfrenta sin pensar sus consecuencias, que es mucho peor.
El jaguar de Brasil opinó diciendo:
-¡Exacto! Y cuando sabe que se equivocó no asume sus errores y culpa a terceros de sus actos.
El loro de Chile comentó:
-Es obvio jaguar, ya que su propio bienestar está por encima del conjunto. Por esta razón, no se supera, porque su individualidad y egoísmo no lo deja avanzar.
La rana de Costa Rica con un tono muy bajo dijo:
-Vive buscando un salvador frente a cada situación.
El venado de Honduras gritó desde atrás:
-Tiene complejo de inferioridad.
Y el sabio guacamayo colombiano planteó:
-¿qué opinan del amor patriótico?
El cóndor de Ecuador un poco desubicado proclamó:
-¿Amor a la patria? ¿Qué es eso?
La paloma de Uruguay dijo ante eso:
-El animal latinoamericano ama a otros territorios, aquellos que se sienten mejores que él.
La alpaca de Perú que parecía que no iba a participar, gritó desde atrás:
-¡Siempre sigue al resto! Porque teme tomar decisiones por si mismo.
El armadillo de Argentina replicó y se respondió a si mismo:
-¿Amor a la patria? ¿Qué es eso?
El animal latinoamericano se ama a él a pesar de todo. Por ejemplo, yo me amo, ¿ustedes no?
Entre murmullos todos decían: "sí, sí, es verdad"
El turpial de Venezuela comprendiendo eso, dijo:
-Oh... y al amarse a si mismo, y a él estar a medias, lo convierte en adorador del conformismo. ¿no es así?
El puma de Nicaragua no dudó en decir:
-Concuerdo contigo viejo amigo.
La tortuga de Cuba pensó en voz alta diciendo:
-Además, vive en un régimen anticuado, donde se aplica sistemas de otros y no colabora en el pensamiento propio.
La salamandra de Puerto Rico con voz esperanzadora dijo:
-No es feliz como otros territorios dicen. Tiene es actitud. Sin embargo, eso no le ayuda en la superación, porque no le gusta persistir.
Sólo se escucharon murmullos por la habitación.
Frente a todas esas opiniones el viejo guacamayo exclamó:
-Ya se quejaron y escucharon mucho, ahora ¡dígamen nuevas generaciones! ¿tienen alguna idea para hacer notar la diferencia y que ya deje de ser así?
Nadie dijo nada, no se escuchaba ni siquiera un suspiro.
Y el viejo guacamayo se limitó a decir:
-Eso pensé.. Una generación más. Bien, entonces, se puede concluir que el animal latinoamericano es por elección y por descendencia una mezcla de todo lo que ellos mismos no quieren ser.
Y salió de la habitación sin decir más.
Moraleja:
"Los hombres latinoamericanos se quejan del qué dirán, pero son los primeros en criticarse a ellos mismos, y no hacen nada para el cambio. Son por elección, conformistas."
El líder del debate era ya un anciano guacamayo colombiano, que inició diciendo:
-Buenos días jóvenes entusiastas, estamos aquí para saber su respuesta de ¿cómo es el animal latinoamericano? Cada comentario será respetado. Daré mi opinión y conclusión al final de este encuentro.
¿Quién quiere iniciar?
El águila de México alzó su ala de primero y dijo:
-Según mi visión, el animal latinoamericano es oprimido por si mismo, no se siente capaz de algo grande y se esconde de los problemas.
El pájaro campana de Paraguay se alzó y gritó calmado:
-NO ES ASÍ. No se esconde de los problemas, por el contrario, los enfrenta sin pensar sus consecuencias, que es mucho peor.
El jaguar de Brasil opinó diciendo:
-¡Exacto! Y cuando sabe que se equivocó no asume sus errores y culpa a terceros de sus actos.
El loro de Chile comentó:
-Es obvio jaguar, ya que su propio bienestar está por encima del conjunto. Por esta razón, no se supera, porque su individualidad y egoísmo no lo deja avanzar.
La rana de Costa Rica con un tono muy bajo dijo:
-Vive buscando un salvador frente a cada situación.
El venado de Honduras gritó desde atrás:
-Tiene complejo de inferioridad.
Y el sabio guacamayo colombiano planteó:
-¿qué opinan del amor patriótico?
El cóndor de Ecuador un poco desubicado proclamó:
-¿Amor a la patria? ¿Qué es eso?
La paloma de Uruguay dijo ante eso:
-El animal latinoamericano ama a otros territorios, aquellos que se sienten mejores que él.
La alpaca de Perú que parecía que no iba a participar, gritó desde atrás:
-¡Siempre sigue al resto! Porque teme tomar decisiones por si mismo.
El armadillo de Argentina replicó y se respondió a si mismo:
-¿Amor a la patria? ¿Qué es eso?
El animal latinoamericano se ama a él a pesar de todo. Por ejemplo, yo me amo, ¿ustedes no?
Entre murmullos todos decían: "sí, sí, es verdad"
El turpial de Venezuela comprendiendo eso, dijo:
-Oh... y al amarse a si mismo, y a él estar a medias, lo convierte en adorador del conformismo. ¿no es así?
El puma de Nicaragua no dudó en decir:
-Concuerdo contigo viejo amigo.
La tortuga de Cuba pensó en voz alta diciendo:
-Además, vive en un régimen anticuado, donde se aplica sistemas de otros y no colabora en el pensamiento propio.
La salamandra de Puerto Rico con voz esperanzadora dijo:
-No es feliz como otros territorios dicen. Tiene es actitud. Sin embargo, eso no le ayuda en la superación, porque no le gusta persistir.
Sólo se escucharon murmullos por la habitación.
Frente a todas esas opiniones el viejo guacamayo exclamó:
-Ya se quejaron y escucharon mucho, ahora ¡dígamen nuevas generaciones! ¿tienen alguna idea para hacer notar la diferencia y que ya deje de ser así?
Nadie dijo nada, no se escuchaba ni siquiera un suspiro.
Y el viejo guacamayo se limitó a decir:
-Eso pensé.. Una generación más. Bien, entonces, se puede concluir que el animal latinoamericano es por elección y por descendencia una mezcla de todo lo que ellos mismos no quieren ser.
Y salió de la habitación sin decir más.
Moraleja:
"Los hombres latinoamericanos se quejan del qué dirán, pero son los primeros en criticarse a ellos mismos, y no hacen nada para el cambio. Son por elección, conformistas."
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