Niño travieso (2)

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2.
Pasó el rato y saqué a Clarita, la bañé y la dejé tomando leche arriba en la cama de sus abuelos, mientras Zac se bañaba abajo, yo fui a la cocina y preparé algo caliente para el frio de la tarde.

Intentando sacar el café de arriba sentí que alguien pasó por detrás mío y lo tomó, me pareció sentir que rozaba levemente mi trasero con su paquete, pero pensé que era cosa mía.

Llegó marzo y comenzaron las clases, ya había organizado todo con mis horarios y estaba lista para enfrentar el año, elegí clases que no fueran temprano para no correr con Clara.

El primer lunes estabámos listas para ir a la casa de mis padres, cuando al salir veo un auto estacionado afuera, era Zac.

-Hola preciosa. Vas a alguna parte? - dijo asomándose por la ventana.

- Si pero no directo a la U, primero dejaré a Clara donde mis papás.

- Sube, te llevo - se ofreció. Debo aclarar que vivo a 20 mins de las casas de mis papas y que Zac vive a tres casas de ellos, osea no era lo mas lógico que saliera de su casa, me buscara, volviera donde mis padres y luego me llevara a la U, que de hecho estaba más cerca de mi casa que de la de él.

- Harás esto cada día?, por que si es así te deberé uno bien grande (favor)

- No te preocupes, ya veremos como me pagas.

- Dinero no tengo - dije bromeando.

- No te preocupes, ya veré como me pagas - respondió tambien en broma.

Al llegar a la U noté que teníamos muchas clases en común, nos sentábamos juntos en todas, es un chico inteligente y me ayudaba mucho a entender lo difícil, mi cerebro estaba atrofiado por tantos años sin estudio.

- Tendremos que implementar algun sistema de premio y castigo - dijo mientras acomodaba mi cabello tras mi oreja y me provocaba escalofríos que me negaba a sentir.

- Es más joven que tu, nueve años menos, contrólate, él te ve como a una hermana - pensaba mientras intentaba sacar de mí los pensamientos pecaminosos, pero era difícil evitarlo cuando él se me acercaba a explicarme algo mientras el profesor hablaba. Susurraba en mi oido, y yo ponia mi mano en mi mentón para no girar la cara y ponerme en una situación incómoda, después de un rato me di cuenta de que me dolía el labio de tanto morderlo para controlarme. Que cresta me estaba pasando? Cómo podía sentir esto por un niño.

Zac era guapo y él lo sabia, también era evidente que le gustaba la atención que recibía de nuestras compañeras, eso era algo que me molestaba un poco, pero también ponía mis pies sobre la tierra, me hacía ver lo ridículo que era estar teniendo ese tipo de pensamientos sobre un niño que conocía desde antes de nacer, al que incluso le cambie los pañales, pero que podía hacer si cada vez que se acercaba a mi me hacía vibrar, sentía mi cara caliente y una corriente que me recorría hasta hacerme apretar las piernas.

En algun momento debió de haber notado lo que me provocaba porque bromeaba mucho diciendo que hacia calor, que me sacara el chaleco por que estaba colorada, sólo pedía al cielo que no me viera cruzar las piernas.

Cada día de clase era una tortura, sentir su olor, su calor, escucharlo hablar en mi oído, su respiración en mi cuello AAAAA!!!... Mi cabeza batallaba con mi cuerpo, - No puedes sentir lo que sientes - me decía a mi misma cada día.

Un viernes envié un mensaje, dije que no me buscara, no iría a clases. Fui a dejar a mi hija donde mis papás, que la llevarían a la playa por dos días.

En la tarde volví antes que él regresara y para mi sorpresa estaba afuera de mi casa.

- Pensé que debías estar muriendo para faltar - dijo sarcástico.

Tan nerviosa como si le mintiera a mi marido balbuceé una respuesta - Debía arreglar todo para la salida de Clara.

- Salió?

- Aha - respondí mientras buscaba las llaves y me acercaba a la puerta.

- Vine a traerte la materia de hoy.

- Gracias, si me la dejas, te la llevo mañana, dije en un intento de alejarlo.

 - No, te espero, necesito estudiar.

- Pasa entonces, comamos mientras paso notas.

-Ok, comamos, tengo hambre - me miró de modo divertido.

De los nervios no podía abrir, él se paró detras de mií se agachó, tomó mi mano con la llave y abrió la puerta respirando cerca de mi cuello.


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