Denunciar relato
Habia una vez no lejos de Macondo una vieja casona donde vivian distintos animales silvestres ya que hallaban en ella un verdadero bosque de trastos, maceteros y desolados cuartos.
Vivia a la sazon, un cura que celebraba misa, hijo de otro cura que tambien celebro miles de misas hasta morir. Era una dinastia.
Y habia un murcielago blanco que se hizo un vampiro inmortal, bebiendo el vino que en ocasiones, vuelto sagre, se aconchaba en el caliz.
Estas cosas y muchas otras suceden fuera de la mirada de los mortales, crease o no.
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