Confusión mental

Siento, pienso y quiero; todo muy conciso y claro, sentimientos bajo control, fría y calculadora diría yo, todo es tranquilidad en estas aguas. De pronto tu sola presencia, aún sin emitir sonido, rompe ese muro; adiós estoicismo naciente.

Eres el antídoto contra mi frialdad y ecuanimidad, ¿Pero quién te has creído pedacito de hombre? ¿Quién te ha dado permiso de irrumpir así en mi vida y arrebatarme  la solidez de mi emocionalidad?

Nubes en mi café, sabor dulzón a sangre en mi boca producto de la mordida que me has dado en un arrebato de pasión, charlas donde soy la receptora de tus andanzas por muchos lugares; descaro el tuyo pensar que escucho atentamente cada palabra, cuando mi mente solo divaga por besar esos labios tuyos que me envenenan.

Los minutos pasan inexorablemente, las horas se mueven muy rápido, tu cuerpo desnudo, mis ganas contenidas, tu misterio y tu rostro.

Si, fue tu respuesta, aunque aún no me sabe que se siente ser tu dueña.