En la penumbra de un sueño, sumergida en la soledad
en un desierto frío, tan acostumbrada a la noche,
la luna me sedujo con su luz y se volvió mi guía,
Pero el día ya estaba marcado, la historia escrita,
la vida lo tenía decidido, estaba grabado con tinta indeleble,
y dejo de llover y el cielo se llenó de estrellas
y ahí tú, entre tanta estrella, con luz incandescente,
lírico, consecuente, a paso prudente, sereno
bajaste en un suspiro y me miraste
yo tratando de sostener tu mirada caí en este sueño profundo,
ahí estás conmigo matizando mi vida
es la pócima perfecta que emanó tu sonrisa
qué me tiene en el aire y me envuelve
qué me invita quedarme, que no quiere soltarme
qué me hace soñar, me hace quererte
acá quiero quedarme contigo
acompáñame en mi soledad, alimenta mi alma
quédate y no me dejes mirar atrás...
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