Llegamos a este mundo a recorrer un camino llamado vida, cada quién escoge su propio trayecto, desde que nacemos empezamos a aprender, y asi durante toda la vida, ir asimilando lecciones de las experiencias que vivamos.
Todos traemos el mismo equipo (hablando en general), un cuerpo físico que podemos ver, y un cuerpo etéreo e invisible con emociones básicas, estas varían en calidad y cantidad; por ejemplo todos nacemos con miedo, rabia, tristeza, y alegría, pero no todos las expresamos igual. .
Al cuerpo hay que cuidarlo, proporcionarle lo que necesita y enseñarle diversas habilidades.
El espíritu tiene que ir adquiriendo nuevas emocionas y capacidades que nos permitirán adaptarnos a nuestro mundo y que nos deben de convertir en mejores seres humanos.
Mientras somos niños, en casa aprendemos reglas sociales, es a partir de la adolescencia, cuando nos vamos a comportar como nuestro criterio nos lo diga.
Ahora bien, si alguien considera que no es necesario mostrar respeto por equis tipo de persona, o comprensión, o ser empático, la misma sociedad se va a encargar de hacernos saber que estamos mal, ¿cómo? ….. Con actitudes diferentes para con nosotros, retirándonos su amistad, no siendo bien recibidos en ese círculo, haciéndonos pasar un mal rato, entorpeciendo nuestro trabajo o incluso podríamos ser despedidos.
A veces no sabemos, qué debemos desarrollar para adaptarnos, otras sí, siempre que pongamos atención a nuestro entorno, por ejemplo si mi círculo social es pequeño, necesito aprender a socializar, o si me relaciono con ancianos necesito ser empático y paciente.
Hay ocasiones donde la vida nos pone en situaciones donde necesitamos aprender algo y si no logramos asimilar esa nueva capacidad, volveremos a vivir situaciones similares, hasta que podamos poseer esa herramienta nueva.
Hay lecciones muy difíciles, esas son aprendidas a base de acierto y error, sobretodo porque se ve involucrada gente que queremos; aprender a decir no, dar su espacio, soltarlo, o dejarlo ser, en el caso de los hijos, son capacidades necesarias que nos ayudaran a adaptarnos a esa etapa.
Otras son muy dolorosas, porque involucran sentimientos, perdonar y olvidar son cosas muy necesarias, de lo contrario se pueden convertir en enfermedades.
La vida es para vivirse y disfrutarse, para dar amor, para que al final del camino seamos mejores seres humanos, saber que hicimos la diferencia en alguien y que dejamos buenos recuerdos.
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